Seinfeld


Regresemos a otro de los clásicos de ayer, anteayer y de siempre. Esta es otra de esas series que supuestamente adoro pero que está encapsulada en el periodo de mi vida en la que la vi y como ahora no miro la tele, la probabilidad de que un episodio se cruce en mi camino es muy remota, aunque también tengo claro que de suceder, me quedaré inmediatamente enganchado a la tele porque con este grupo de amigos me lo pasaba muy bien. Se trata de Seinfeld y en España se vio con el mismo título.

Un comediante neoyorquino neurótico del coño tiene unos cuantos amigos que son igual o más neuróticos que él y se juntan para discutir todos los temas de la vida y hasta otros que no lo son y los espectadores nos partimos de risa con las polladas de esta peña.

Por una parte, el protagonista, Seinfeld, usó su propio apellido, con lo que el chamo tenía claro que era su serie y que no se la quitaría ni algún Dios truscolán y podemita. Yo también lo habría hecho, que la serie la cuadraron y cuando la ponían en la sobremesa en España, yo procuraba no perderme ningún episodio y me descojonaba con las situaciones absurdas en las que acababan estos cuatro y algunos más, que teníamos un elenco de frikis regulares que aparecían de cuando en cuando. La serie funcionaba tan bien porque había auténtica magia entre los cuatro protagonistas y los guiones estaban escritos maravillosamente, hoy en día, con las nuevas maneras de hacer televisión y con la cultura de cancelarlo todo, no se podría hacer algo así, tendrían que estar disculpándose episodio tras episodio porque estarían molestando y enrabietando a este grupo o aquel o incluso ese otro de pollardones. En algún momento se convirtió en un hito histórico de la televisión y para cuando acabó, ya era una serie legendaria que se recordará por siempre. Una cosa que sobraba en esta serie, en la que te podías perder un episodio o dos o tres sin que pasara nada, es que la comedia era el eje primordial y conseguían una y otra vez que te tiraras al suelo de risa. En esta comedia, desde el primer al último episodio, jamás dieron ninguna lección moral, decidieron que lo importante era la comedia y se limitaron a eso.

Creo que hay algo tremendamente roto dentro de ti si me dices que no te gustaba o te gusta Seinfeld y casi que no quiero saber nada más del tema. Esto es un clásico y la deberían seguir poniendo en todas las teles todo el tiempo.


Una respuesta a “Seinfeld”