Todos sabemos que cuando se escriba sobre el cine de la primera mitad del siglo XXI (equis-equis-palito) se hablará de la obsesión con los super-hiper-mega héroes que había y como se encadenaban películas y el planeta siempre estaba al bordito de la destrucción y todos íbamos a verlas mientras no hacíamos nada para realmente parar la catástrofe climática en la que estábamos metidos. La última de estas películas que he visto se titula Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings y se ha estrenado en España como Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos.
Un julay amarillo quiere pero no puede chingarse a la tonta del bote de su amiguita y se desahoga dando hostias sin comunión.
Resulta que un chino que trabaja de aparcacoches y que parece acarajotado y se junta con una amiga pollardoneada, pues ese chamo sabe pelear pero que bien y cuando le atacan en una guagua, reparte candela de la peor y tras eso, se va a Asia buscando a su hermana, que es otra quinqui como él y después acaban con su madre, que es como el Güaca asiático y ya de ahí, no paramos de movidas raras pero claro, siempre pensando en salvar el mundo, el universo y todo lo demás salvo truscoluña, que eso sí que lo puede borrar uno o todos los dioses del universo y no la echaremos de menos.
Puedo jurar y juro y hasta no tengo que mentir, que lo haría, que yo no tenía ni puta idea de quien es el Shang-Chi ese, que a mí me suena a mote de criminal jinameño del que mejor corres cuando alguien lo nombra. Si fui a ver la peli es porque tengo el abono ilimitado y porque el protagonista me gustaba mucho en la telecomedia Kim’s Convenience que acabó este año. Dicho esto, lo más flipante es que me divertí un montón con la peli y aunque supuestamente está en el universo cinematográfico de Marvel, no hace falta saber nada del susodicho para divertirte, con las peleas estas de karate o algo parecido que son espectaculares y con el humor, que poner como la amiga Awkwafina seguramente ha sido la decisión más acertada del año, que esa actriz es como la Lina Morgan asiática y yo es que me parto la polla de risa cada vez que la veo en cine o en series, que no me pierdo nada con ella. Al final y pese a mis bajas espectativas, es una película que entretiene, que divierte, que te deja con buen cuerpo y colateralmente, si te quedas hasta la segunda escena en los títulos de crédito pues ves que hay más por venir y que todo está relacionado.
Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto es el cine que vas a ver con todo el Clan y hasta con las hembras, que de cuando en cuando hay que sacarlas para que no sean tan salvajes. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, seguramente huirás aterrado de un cine en el que pongan esto. No te olvides de comprar cotufas.

Yo siempre me he fiado de ti, pero…¿Un nueve?
No se, no se… 🙂