Por fin llega una comedia de esas que no se basan en diálogos sino en volatadas y gilipolleces, que estamos en verano y este es el tipo de cine que uno quiere ver, con tres cuartas partes del cerebro durmiendo la siesta y una mínima zona ocupada en la historia de la película. Esta supone también el regreso al cine de Jennifer Lawrence, que se había tomado unas vacaciones. La película se titula No Hard Feelings y por razones desconocidas, en España parece que se ha estrenado en plataformas digitales con el título de Sin malos rollos.

Una julay mercadea con unos viejos un carro a cambio de un kiki con su hijo tonto.

Una pava a la que todo parece salirle mal, se queda sin coche en gringolandia y descubre que unos panolis ofrecen un coche a cambio de que una hembra se chingue a su hijo. La pava se pone a la tarea solo que resulta que el chaval es más adorable de lo que ella esperaba y las cosas se le complicarán. Desde el punto de vista del pavo, después de años con sus amiguitos de las internetes, cuando una hembra se le pone delante y se quita la ropa para que le pueda ver el chochito, el pavo ya descubre que lo de la pantalla de su telefonino ni es lo mismo ni es igual, que esto hasta tiene su tufillo a jareas, que están tan ricas.

Mira que yo entré en el cine asumiendo que serían ciento cinco minutos de mi vida en aire acondicionado y que la película sería un masque y me equivoqué, me estuve riendo durante casi toda la peli, me divertí y volví a disfrutar con Jennifer Lawrence, que en comedia funciona muy bien. El chaval con el que la juntaron y al que no recuerdo de haber visto en ninguna peli anterior resulta también un descubrimiento para la comedia, tiene esa capacidad para resultar divertido sin pretenderlo. La película es ligera, no tenemos tramas secundarias, siempre estamos en la historia y aunque en cierto momento del segundo acto las cosas se tienen que complicar para poder llegar al final que todos esperamos, ese pequeño valle se pasa sin demasiadas penas. Esta es sin lugar a dudas una de las pelis sorpresa del año.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, te puede molar e igual si eres un sub-intelectual con GafaPasta, aunque te tendrás que quitar las gafas para ir a verla. Una buena comedia.