The Karate Kid


De todos es sabido que los calores veraniegos afectan enormemente a la escasa imaginación de los guionistas actuales y a falta de ideas hay que tirar de remakes y volver a rodar aquello que se hizo al menos dos décadas atrás. Lo de las dos décadas debe ser para poner una generación de por medio. Antes me tocaba disfrutar de las películas que rehacían y de las que nunca había visto su primera versión (o fue en la tele) y ahora me toca encabronarme y sufrir las aberraciones que se hacen y que duelen porque de chiquillo disfruté enormemente con esas películas. En esta fiebre repetitiva le ha llegado el turno a The Karate Kid película que se estrenará en España con el mismo título a finales de agosto.

A un julay julandroso le pegan en el cole y corre a esconderse debajo de la falda de un viejo amarillo y no verde y sólo Dios y la alta jerarquía católica saben lo que hará ese chiquillo ahí debajo

Un chamo de color o eso que antes llamábamos negro se muda con su madre desde la madre patria americana a la China post-comunista y allí recibe candela que no veas por parte del matoncillo del barrio aunque es más bien merecida porque al parecer le quiere pisar la pava que el otro tiene encañonada con su micro-cipote. Después de unas buenas tandas de hostias un chino que pasaba por el lugar y trabaja de manitas decide ayudarle y como el pobre es poco entendido y no se fijó muy bien en el título de la película, le enseña Kung Fu para que aprenda a defenderse y deje de dar grititos como maricona vieja que se mea de puro miedo. Al final hay una gran competición de Kárate (aunque los chinos son tan lerdos que lo llaman Kung Fu) y por supuesto gana la llorona después de recibir un curso de quince días.

Lo primero que me pregunto es por qué no la llamaron The Kung Fu Kid. Total, si eso es lo que hacen en la película, para qué mentir en el título. Después cogieron al protagonista y donde antes teníamos un niño más blanco que las nalgas del culo de Michael Jackson pusieron a un negro con pinta de delincuente y que no cuela como sufridor y con una madre que jode la película en cada segundo que aparece. No recuerdo haber odiado tanto a un personaje en mucho tiempo. Cada vez que entraba en un plano te pone de mala hostia y esperas que alguien le pegue dos tiros a la guarra esa y la saque de pantalla por siempre jamás. Por desgracia no sucede y hay que sufrir a la pedante esa durante las más de dos horas que dura la historia y de las que sobra completamente la primera de ellas en las que intentan contarnos la historia de como se mudan a China y comienzan una nueva vida y triunfaron en no interesar a nadie y de hecho, si llegas al cine una hora tarde te ahorras toda esa mierda. Después, cuando el manitas del edificio le empieza a enseñar Kung Fu (o Kárate, según el título de la peli) pues tendremos escenas que se repiten una y otra vez y que terminan por hastiar. Además, ni Jaden Smith como el chaval ni Jackie Chan como el profesor dan la talla y a ambos se les ve más perdidos que a una aguja en un pajar. No hay chispa entre ellos y eso se nota. Las escenas de peleas están tan coreografiadas que más bien parecen un programa de baile de esos que ponen por la tele y aunque están bien ejecutadas, les falta que los que las perpetraban pusieran algo de su alma en el intento. Mientras todo esto se mezcla sin cuajar tendremos a la perra de la madre asomando cada rato para seguir emputándonos y jodiendo la película y para cuando llegamos a la gran competición, solo queremos que acabe ya para poder marcharnos del cine y continuar con nuestra vida.

Un patético intento de rehacer una película que ha fracasado completamente. Seguramente gustará a descerebrados y chandaleros. Hay mejores formas de gastarse el dinero y salvo que quieras aprovechar las dos horas y media que dura para pasarlas en un lugar con aire acondicionado, no creo que debas perder tu tiempo con esto.

05/10


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