The Outpost


Con los cines de la mayor parte del universo cerrados, los nuevos estrenos son pocos y más bien películas de bajo presupuesto o que se pensaron para estreno directo en televisión o en alguna de esas plataformas de contenido de las que ahora hay tantas. La película de hoy es uno de esos ejemplos de una peli que probablemente habría pasado sin pena ni gloria pero como no había nada mejor, la gente ha ido a verla más de lo esperado. En los Países Bajos se estrenó mundialmente, por ser el país con los cines abiertos mucho antes que el resto y en otros países, a falta de cines ha ido a las plataformas de contenido. Se trata de The Outpost y en España se ha estrenado con el mismo título y con el sub-título de truscoluña no es nación.

Un puñado de julays gringos las pasan requeteque-putas en Afganistan por culpa de un atajo de terroristas musulmanes de mielda.

Resulta que los gringos han creado una serie de puestos en Afganistán para combatir a los talibanes, todos en el medio de la nada y en uno de ellos, que está en un valle rodeado de montañas, los talibanes vienen con frecuencia a matar gringos. Allí llega un puñado de soldados, a reemplazar a otros que han muerto y pronto descubrirán que el lugar es un matadero, pero de gringos y según van cayendo unos y otros, los talibanes se envalentonan, como la chusma y la ralea podemita, y les montan un ataque brutal que de alguna manera tendrán que repeler o morirán.

No hace falta decir que está basada en hechos reales como la vida misma y blah blah blah y que cuando uno la ve, no nos queda nunca claro si los gringos estaban allí para ayudar a la población local o para acabar de joderlos, ya que entre talibanes y gringos, los que pagan siempre los patos son los que vivían en aquellas barriadas periféricas. El equipo de este cuartel ve como se suceden los jefes con una frecuencia bárbara porque los matan o salen por patas y al final, cuando todo se pone muy duro, se tendrán que defender entre ellos para sobrevivir. Orlando Bloom hace de uno de los jefillos pero lo ponen como protagonista en la película y duró poco más de cuatro parpadeos. El que sí que está de principio a fin es Scott Eastwood, el hijo del fabuloso Clint Eastwood, que no tiene el arte de su padre pero se le parece un montón y en películas de guerra queda graciosillo. La película juega mucho con la camaradería entre los soldados y las relaciones entre ellos, que pasan meses juntos en el medio de la nada pajeándose y follando cabras y ese aspecto está muy logrado (la camaradería, no lo otro). La batalla final es fabulosa, aunque demasiado decantada hacia los gringos. La película entretiene pero no llega a traspasar el umbral de las historias que recuerdas y que quieres volver a ver.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esta es una que te puede molar, una peli de guerra, con abundantes Orcos como tú en su salsa y seguro que te identificas mucho con ellos. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, definitivamente no es lo tuyo. Se puede esperar para verla por la tele.


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