Tres bodas de más


Cuando comencé a leer hace unas semanas que había una comedia española en los cines que estaba funcionando, estuve a punto de comerme las uñas negras de los pies con los nervios ya que imaginaba que no llegaría a tiempo para poder verla ya que en las navidades todos sabemos que ponen en todas las salas el capítulo anual de la saga julandrónica en la que siempre andan andando y dale que te pego con el puto anillo ese de los cojones y no queda espacio para otras películas puesto que la mierda atrae a los bosmongolos y así le va al mundo. La misma mañana que volaba a Gran Canaria miré la cartelera de los cines de las Palmas y solo ponían la programación hasta el veinticinco, sin poder ver si la película sobreviviría más allá de esa fecha así que un par de días antes me fui al cine y entré a ver Tres bodas de más, la cual es probable que aún siga en algunos cines españoles a estas alturas.

Una julay más friki que Tamara la Mala recibe el mismo día las invitaciones para tres bodas de rabos que ha sorbido y se desbarata toa

A una pava pseudo intelectual y definitivamente acarajotada la bota su chamo en una boda y mientras disfruta de la depresión post-relación recibe tres invitaciones para bodas de ex- incluyendo al que la largó en último lugar. La tipa está más jodida que una puta de club de alterne pero decide atender los eventos acompañada del yogurín de su becario, el cual simplemente va porque en esos sitios es más fácil encontrar prima tonta que folla.

De siempre se ha sabido que a mí una comedia me mola más que un caramelo a un tonto y si encima le añaden unas gotas de romántica, pues mejor aún. Me sorprendió ir al cine y que hubiese gente ya que me esperaba estar más solo que la una en una sala vacía. La película comienza con la ruptura en una escena fantástica que según se aleja la cámara nos rebela el contexto y nos hace reír por lo malvada de la situación. A partir de aquí tenemos al patito feo, interpretado por Inma Cuesta, tropezando en todos lados. Esta chica me sonaba aunque me parece que la recordaré siempre por este papel. Está fabulosa, torpe, como que medio fea y aguantando palo tras palo con una estoicidad que ni un político corrupto español condenado tres veces y pillado con las manos en la masa siete u ocho más. Ella logra que la película mantenga su ritmo y se presta para todas las ganzadas en las que la meten. El sorpresón del milenio fue reencontrar a Martiño Rivas, al cual yo conocía por Martín Rivas y que era el galleguiño del Internado, la mejor serie española de este milenio con diferencia y que todavía recuerdo lo mal que lo pasó en aquel colegio lleno de malajes y truscolanes. Ellos dos y un buen equipo de secundarios consiguen que te rías, que te vuelvas a reír y que sigas así toda la película, con escena tras escena cachonda y en muchas de ellas desmadradas e hilarantes. La boda del travelo es antológica y la del surfero no se queda atrás. Ya sé que con esto me destierran de por vida del universo de los sub-intelectuales de GafaPasta pero es que me lo pasé bomba y por un momento pude recordar que nací Orco y eso sigue muy dentro de mí, gracias sobretodo a lo cuidadoso que he sido al evitar a los julandros que caminan por ahí con el puto anillo de los julandrillos. Con un guión directo, dinámico y efectivo, unos gags divertidos y con el punto de crueldad y sadismo adecuado y unos buenos actores que se nota que se lo pasaron bien, el producto es excelente.

Esto es cine para el Clan de los Orcos al completo. Hay chochas del martes, hay cachondeo, burradas, llutuve y todo lo que puedas querer para divertirte. A esta hasta pueden llevar a las hembras del Clan y así sacarlas un poco y que les de el aire. No creo que la comedia sea un género para los sub-intelectuales de GafaPasta, pero con una buena peluca y gafas de sol de esas como parabrisas de cuatroxcuatro que usaba la Jurao y Prometío igual nadie los descubre en el cine y seguro que se ríen. Parece que aún hay esperanza para el cine español.


4 respuestas a “Tres bodas de más”

  1. ¡Genial! 🙂
    Esa chica me encanta !
    La conozco de los primeros años de la serie «amar en tiempos revueltos» y me encantó…
    Salud

  2. Solo por Berto ya debería darle una oportunidad…. por cierto, llamarle «actor» a Martín Rivas ya es pasarse.
    Y solo espero que como persona no deje tanto que desear como su padre, que es escritor, y en una feria del libro, yo, que tenía la que para mi es su obra maestra en casa y había ido a ver la obra de teatro (buenísima), me encontré que iba a firmar ejemplares. Me puse a buscar como loca uno para que me lo firmase, y aunque la obra original es en gallego, esa estaba agotada, y compré la traducida al español. 1º se retrasó casi media hora (cierto, culpa mía por esperarle). 2º me preguntó si era gallega, y cuando le dije que si, me echó la bulla de la muerte por llevarle el libro en español!!!! 3º Virtuditas cruza automáticamente el apellido Rivas y lo marca como «mayormente apestado».
    A lo peor es eso por lo que no consigo ver al chaval como actor… eso o el anuncio de mierda que hizo para Loewe, que ayudaba….

  3. Por suerte yo no veo la tele y al chaval lo tengo en un pedestal desde el internado, que estuvo años haciendo de adolescente aparentando veintipico tacos

  4. El anuncio ese lo vi en internet, creo que fue tan vergonzoso el estreno que por la tele no volvieron a emitirlo. En la tele creo que Loewe solo anuncia perfumes, no estoy muy segura porque como todos los anuncios de perfumes los hace gente gangosa a la que no se le entiende (la misma gente, porque son t-o-d-o-s una pesadilla)…