Un método peligroso – A Dangerous Method


Hace ya un tiempo pasé una mañana de sábado en el cine de los intelectuales con mis gafapasta sin cristales. Quería ver todas esas películas que te ponen mal cuerpo cuando ves el cartel pero que claro, como uno se tiene que sacrificar y recuperar la inversión de la tarjeta de cine ilimitada, pues lo hace y punto. Yo solo con ver el trailer ya se me ponía mal cuerpo pero eso no me desanimó y así, acabé entrando a ver A Dangerous Method película que en España estuvo en cartelera a finales de noviembre del año pasado con el título de Un método peligroso.

Una julay con la pipa del coño más caliente que la válvula de una olla a presión se desahoga restregándose contra el médico que la atiende y que al parecer, está en contacto con Raticulín

Un psiquiatra Suizo está probando un nuevo tratamiento para pacientes propuesto por Sigmund Freud y para ello usa a una joven a la que psicoanaliza. La cosa va bien hasta que se enrolla con la chica y esta tiene unos deseos sexuales del copón y le empieza a dar candela de la buena y a desviarlo hacia el reverso tenebroso de los médicos muy poco profesionales. A todas estas Sigmund Freud es un friki de cuidado y además arrogante y allí acaban todos a la gresca.

Esta era una película que debería haberme gustado pero reconozco que me aburrí y hasta me quedé dormido. Todo el mundo habla de las maravillas interpretaciones pero yo debía tener las gafas del revés o me las perdí y lo único que lograba Michael Fassbender era irritarme haciendo el mismo papel que en las últimas cuatro películas y de Keira Knightley decir que igual debería considerar otra profesión. Por último y para completar el trío, Viggo Mortensen debió pensarse que aquella era la cuarta parte del Señor de los Julandrillos y estaba en plan elfo que no veas. La historia es más pesada que un cocido en un almuerzo en agosto con ola de calor de por medio y parece que cada palabra la pegan con cola porque es que no avanza, no avanza y a veces hasta crees que retrocedes. A mí lo de los locos no me llama la atención así que el tema me la traía bastante al fresco y las escenas de cama no me parecieron ni provocativas ni eróticas, simplemente vulgares.

Así que no sé que más decir. Esta fue una película que en mi caso falló completamente, que no logra atraparme y de la que solo tengo un mal recuerdo y una sobada de escándalo. Si tienes el carné de miembro del Clan de los Orcos, aunque no seas socio fundador, esto queda muy fuera de tu alcance y no deberías ni plantearte el ir a verla. Si te crees mejor que el resto y te las das de intelectual porque una vez te leíste las instrucciones de un paquete de rollos de papel higiénico y ahora te sientes superior, seguramente es algo que te molará mazo.


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