Una razón para vivir – Breathe


No veas tú las ganas que tenía de ver la película que voy a comentar hoy y lo mucho que se me resistió que por más que lo intentaba, no me cuadraban los horarios del cine con los laborales o tenía que verla y regresar a casa de madrugada y con la temperatura cercana al cero ese que cambia el agua en hielo, no me molaba nada hacerme ocho kilómetros y pico en bicicleta a la medianoche junto a un canal bastante profundo y probablemente jugándome la vida. El fin de semana pasado por fin la pillé a medio día y fui a ver Breathe, la cual se estrenó en España en noviembre con el título de Una razón para vivir.

A una julay el marido le sale defectuoso del copón

Un chaval joven y que tiene una prometedora vida por delante se va a África con su hembra a la que se la empetó y la preñó. Estando allí, con veintipico tacos, le da un mal yuyu y resulta ser la polio, esa cosa que siempre nos vacunamos para evitar. El chamo quiere morir pero la pava calcula que puede sobrevivir divinamente mientras los supermercados tengan pepinos e insiste en que sufra unas décadas más y en ese tiempo el chamo tendrá un montón de ideas geniales como sacar a estos pacientes del hospital, ponerles sillas de rueda con respiradores y cosas así. Iba a decir que criará también a su hijo pero vamos, que solo mueve los ojos y la boca con lo que más bien fue ella la que lo crió y él como mucho lo vio crecer.

Esto es un dramote positivo del copón, una historia de amor y además está basado en hechos reales y no me extrañaría nada si Andrew Garfield pilla una nominación al Oscar porque borda el papel y se lo merece. La película está muy bien narrada, los vemos cuando se conocen, cuando se enamoran, cuando se van a África y estamos allí cuando la enfermedad se muestra en el cuerpo de él y la forma en la que tanto él como ella se lo toman. Después regresan a Inglaterra y el colega está porque lo maten y ella quiere que sufra y sufra y vuelva a sufrir. A partir de ese punto es una historia de superación, con el colega mejorando su vida gracias a las ideas que un cuñao amañado le soluciona y como esas cosillas acabaron por cambiar la forma en la que el sistema médico ve a ese tipo de pacientes que lo único que pueden hacer es esperar a morir. La esposa la interpreta Claire Foy a la que no recuerdo de otros papeles pero que parece ser que es super-frecuente en series de televisión. El espíritu positivo de la historia está muy bien llevado y tiene hasta un disgusto enorme para todos los truscolanes ya que en una parte viajan a cataluña, se les escoña el coche en una carretera de tierra con gran riesgo de que el chamo muera y los españoles que aparecen a ayudar son como gitanos que montan allí la feria de abril, todo el mundo se pone a palmear y al final lo salvan sin pagar el correspondiente tres por ciento a la escoria y la gentuza truscolana y con mucho ¡QUE VIVA ESPAÑA!

Definitivamente no es cine para los miembros del Clan de los Orcos pero sí que es algo que puede gustar a los menos talibales de los sub-intelectuales con GafaPasta. En mi caso funcionó y me gustó bastante.


2 respuestas a “Una razón para vivir – Breathe”

  1. Un 9 es «me gustó bastante»? coñe….. como bajan los parámetros con el año nuevo!