Gek van Geluk


Algún día algún ser humano o inhumano creará múltiples onomatopeyas para celebrar mi contribución a la lengua española comentando todo tipo de películas neerlandesas que ni los locales van a ver, bueno, salvo las hembras, que en este país las mujeres parecen ser más sensibles al cine en su propio idioma y por eso casi todas las películas están muy orientadas a ellas. La última que he ido a ver es una comedia romántica (como siempre) titulada Gek van Geluk que jamás se estrenará en España pero que de hacerlo se titularía truscoluña no es nación o chiflada de felicidad.

Una julay necesita el chimpún muy pero que muy malamente

Una madre soltera con hija de dieciocho tacos está desquiciada pa’l coño con la pre-menopausia o la post-menopausia y ahora que se le va la hija de casa a la universidad está que no vive mirando la sección de pepinos del supermercado. Su amiga, una cantante a la que ella le escribe las canciones, necesita un nuevo éxito y como ve que en realidad a esta le hace falta un revolcón y lo que hace es pagarle a un actor para que haga el papel de su vida seduciéndola y que la empolle hasta los pelos de los güevos. El problema es que el pavo se encoña de la vieja y cuando ésta descubre el chanchullo, se rebota con todos y se le ponen los pezones como garras de urraca o algo así.

Otra comedia romántica y en este caso es como folclórico-holandesa porque la protagonista escribe canciones viejunas, de esas que le mola a la gente mayor y habla del amor, de los disgustos que trae y todo eso mientras cría a su hija a la que le contó una mentira que no veas sobre su padre. Toda esa bobería en la que nos presentan a la protagonista es un poco empalagosa. Cuando su amiga, cantante que sería el equivalente de la Pantoja pero sin novio corrupto ni haber estado enchironada le contrata a un macho para que le de candela, la otra descubre que pese a que las ubres ya no le producen leche, sí que puede friccionar la zona esa de los bajos que está cubierta con un felpudo y se pone toda romanticona y arrebatada cada vez que pilla cacho de carne con ojos. Esta es la mejor parte de la película pero por desgracia todo se acaba y cuando descubre la trama, se emputa y se amula y el tipo se deprime porque él tenía una novia a la que no quería pero que le servía para tener casa en la que vivir y ahora ha descubierto que el amor de su vida es una chama ya mayor y que no quiere ser actor sino biólogo, que fue lo que estudió y con la depresión organiza marcharse al polo norte o algo así a hacer investigaciones de biología, que aquí uno cambia de trabajo en dos parpadeos (o eso parece). Por supuesto hay final feliz y otro novio antipático que se echó la vieja corre a buscar al chamo porque ese segundo novio se ha encoñado de la cantante, que es borde como él. Terminan todos cantando en un teatro del INSERSO y bien contentos y claro, sin negocio añadido a las empresas que fabrican la píldora, los condones u otros métodos anticonceptivos porque ni el Espíritu Santo consigue que esas dos vuelvan a quedar preñadas. O sea, que te ríes en algunos ratos, te aburres en otros y tiene un final tonto y positivo. Algo flojilla.

Esto mataría del disgusto a cualquier miembro del Clan de los Orcos y mataría del disgusto también a cualquier sub-intelectual con GafaPasta. O sea, que sea quien sea muere del disgusto si paga entrada y como jamás se exportará a España, nadie se tiene que preocupar.


Una respuesta a “Gek van Geluk”

  1. 🙁
    Ese tipo de pelis podrían servir para condenar a verlas una y otra vez a los truscolanes golpistas que están de vacaciones en Bélgica… 🙁
    Salud