Welcome to the Center of the Universe


Bienvenidos al Centro del Universo, la Gran Manzana, la ciudad que nunca duerme, ese lugar que todos conocemos porque hemos visto en miles de películas, en todo tipo de programas de televisión y que aparece a diario en cualquier boletín de noticias. Tomad mi mano y caminemos juntos por Nueva York, la capital del mundo.

En las próximas semanas veremos algunos rincones, escenas conocidas y lugares que seguro que todos reconoceréis. No he buscado el lado extraño ni la aberración sino todo aquello que nos suena de siempre. Me he enamorado de esta ciudad y de ella me llevé más de novecientas imágenes para recordarla en toda su gloria.

El gran Dios me premió con unos cielos espectaculares, azules y moteados con nubes preciosas y eso se verá en las fotos. Espero que os guste la selección que estoy preparando y que creo será bastante extensa.

Y para comenzar, una vista de Nuestra Dama, la Estatua de la Libertad con Manhattan al fondo y una patrullera de la Guardia de Costas al frente.

Si quieres ver otras fotos del viaje a Nueva York las puedes encontrar en el álbum de fotos de Nueva York y si quieres leer el relato de dicho viaje, comienza en Desde Washington a Nueva York

, ,

4 respuestas a “Welcome to the Center of the Universe”

  1. Cuando has escrito el centro del universo y la capital del mundo pensaba que te referías a Bilbao. Pero también amo a nuestra hermana pequeña.

    Nota: no soy canarion y creo que se nota. 😀

  2. Mi viaje más soñado. Aún me moriré sin que me lleven. Cagonlaputa que envidia!

  3. In I Go, una de las opciones turísticas de este año es ir a los Sanfermines unos días (estoy invitado y tengo donde quedarme) y continuar (o comenzar) viaje en Bilbao.

    Virtuditas, ¿eres una mochila o qué? también puedes ir por tu cuenta, la ciudad no muerde. Yo quizás vuelva en primavera, hacia Mayo. Si no lo hago este año lo haré el año que viene pero quiero ver Central Park en toda su gloria, andar por las calles sin abrigo y tomar algo en las terrazas.

  4. Un amiguete me contó que lo que más recuerda de Nueva York, es ¡El olor a comida!. Dice que le olía a comida por todas partes, y que aquello era una torre de babel culinaria. Me quedé a cuadros. De todas las cosas que me pudo decir, era lo que menos me esperaba.