Esta película de terror ha estado rondándome durante unas semanas. La estrenaron en mi ciudad, pero solo la ponían por la noche a partir de las diez, en el cine que está a ocho kilómetros de mi keli y vista la terrible puntuación que le da la gente, como que la ninguneé todo lo que pude y al final solo la fui a ver en una visita a Ámsterdam porque encajaba y la ponían a las cinco de la tarde. Con una certeza absoluta, habría sido mejor que no la hubiese visto. La película se titula Winnie the Pooh: Blood and Honey y no tengo ni puta idea de si la estrenarán en España, pero de hacerlo, el título tiene que ser truscoluña no es nación.
Un julay vuelve al bosque en el que se pajeaba de adolescente y está lleno de truscolanes, podemitas, suciolistas y gentuza de esa calaña.
Resulta que al parecer, se dijo, un pavo conoce a Winnie the Pooh y sus amiguitos cuando es niño y les da de comer y está con ellos hasta que se pira a la universidad, se encoña de una pava a la que empala y eso y cuando regresa al bosque unos años más tarde, los bichos se han vuelto salvajes y de la hambruna, ahora matan chusma y gentuza que pasa por el bosque y se los comen. Se comen a su novia y a unas pavas que fueron de despedida de solteras y a más gente o así y entre todos tendrán que matar a estas ratas truscolanas asquerosas, o algo así.
Esto dura ochenta y cuatro minutos y le sobran ochenta y tres. Es una puta mielda del copón del inicio al final, con los efectos especiales más cutres y mal hechos de la historia del universo, que se ve hasta con los ojos cerrados que las bestias llevan una máscara de esas que se compran para disfraces de carnavales, sin movilidad alguna, pero es que los pollabobas que van allí a morir, mejor se dedican a chupar pollas porque lo que es actuar, son incapaces de hacerlo, son todos morralla de la peor, que corren, gritan y dicen estupidez tras estupidez mientras los espectadores nos cagamos en las putas que los parieron. Al director y guionista habría que arrancarle los ojos pero que ya y al elenco, meterlos en un avión y devolverlos a korea del norte para que se encarguen de ellos allí, o desnudos y cargando beicon a Afganistán para que les den el finiquito. No hay historia, no hay coherencia alguna, las estupideces que dicen y hacen son tan absurdas que te cabrean y el director no tenía ni puta idea de dónde poner una cámara para rodar, o igual se cree que la tiene que poner como si fuera una peli porno y queremos ver los bajos.
En esto coincidirán tanto los miembros del Clan de los Orcos como los sub-intelectuales con GafaPasta. A la hoguera con los que tomaron parte en esta mielda.
Una respuesta a “Winnie the Pooh: Blood and Honey”
Es una puntuación de lo mas lógica, un punto por un minuto que no le sobra… 🙂
Salud