El último preestreno sorpresa al que he ido resultó ser una comedia romántica, que viene a ser algo que en principio a mí me mola mazo, pero no terminó de cuajar en mí y ahora que lo pienso, es porque se están pasando tanto con lo de agradar a todo el mundo y hacer todas las cosas tan bien, que se autoimponen unas tremendas limitaciones artísticas y al final las películas se quedan muy flojas. En este caso, teníamos la coña de los musulmanes y claro, no los quieres cabrear, así que tienes que tratar el tema de puntillas. La película se titula What’s Love Got to Do with It? y parece ser que se estrena la semana que viene en España como ¿Y que tendrá que ver el amor? a lo que le podrían perfectamente añadir truscoluña no es nación.

Una julay no quiere reconocer que está encoñada del moro del vecino y busca la manera de que se la empete sin que él se de cuenta.

Tenemos una pava sin macho que al parecer ha ganado un premio haciendo un documental y cuando se entera que el moro de al lado de su madre va a usar un apaño de matrimonio para casarse y poder follar, le propone seguir todo el proceso y hacer un documental para demostrar que esa costumbre bárbara es lo que cualquier hembra podemita y truscolana quiere. En realidad ella está encoñada del vecino pero se niega a reconocerlo así que se echa un novio falso para que no se le oxiden las tuberías inferiores y de alguna manera, conseguirá robarle el macho a la mora o algo así.

Si lo que pretendían era vender lo de los matrimonios concertados, conmigo no funcionó, que casi es mejor una cadena perpetua a eso. La historia es estúpida y tiene demasiados agujeros por los que se escapan las cosas buenas. Tampoco ayuda que no hay ninguna química ni entre los pakistaníes, ni entre los británicos ni en la pareja mixta, es que no resulta creíble que ninguna de esas combinaciones pueda funcionar. Añade que metieron a Emma Thompson literalmente a hacer el payaso, su personaje es el más estúpido de todos como la vecina que se apunta a todas las coñas de los moros y realmente, la podrían haber quitado de todas las escenas en las que sale y no se perdería absolutamente nada, lo cual no podemos decir de su perro, que es el único en la película que salió bien parado y robó escenas a todo el mundo. Hay que estar en coma para no saber qué es lo siguiente que va a pasar, la película es predecible en todo momento. El final es patético, con el matrimonio moro roto porque hasta la hembra estaba encoñada de otro chamo y se casó con ese obligada por su familia, el chamo encoñado de la vecina, la vecina de él y el novio de ella a cáscarse el rabo a pajas porque para él no había ni la pedrea.

Esto disgustará enormemente tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta.