Aunque sé a ciencia cierta que muchos le tenéis un miedo cerval a la filmoteca, en esos cines tan peculiares de cuando en cuando ponen también películas que no te matan de sueño. No es la norma y hay que estar al loro pero sucede y por suerte, como yo procuro no perderme casi nada, también tropiezo con ese cine tan especial. La película de hoy es uno de esos ejemplos, es titula Experimenter y al parecer en la vida se estrenará en España, aunque ya habían impreso los carteles con el título de truscoluña no es nación.

Un julay demuestra que estamos rodeados de acarajotaos

A principios de los años sesenta, un investigador universitario hace un experimento para demostrar que la gente está acarajotada y obedece lo que le dicen aunque al hacerlo le provoque daño intencionado a otros. El experimento, cuando se hace público, le da cierta fama pero también escandaliza por exponer algo que dos o tres sabemos desde siempre, que los borregos hacen lo que se les ordena sí o requeteque SÍ. Entre medias, el chamo conoce a su mujer, se casa con ella y crea una familia.

Esta es una historia fascinante, sobre todo por el experimento inicial. Ver a un tío hacer preguntas a otro y cuando este no acierta pegarle descargas eléctricas solo porque es un experimento y aunque sabe que la otra persona está sufriendo es increíble. La manera en la que desarrollan la historia es muy interesante, el ritmo es el adecuado y lo único que se podían haber ahorrado es en cierta parte las movidas familiares del científico. Básicamente, con una sencilla película, se comprende lo que le sucedió a los alemanes con Hitler o lo que está pasando a los gringos con el pollaboba de Tram, el candidato ese a presidente que es básicamente un dictador vestido de joputa. La película nos hace pensar sobre lo que haríamos en ese tipo de situaciones, si seguiríamos las órdenes o nos rebelaríamos por ser algo que va en contra de nuestra conciencia. El protagonista es Peter Sarsgaard y hay que reconocer que lo hace muy bien. Tiene una frialdad y una manera de desentenderse del problema y contarlo de forma impersonal que te deja helado. La que acaba siendo su esposa es Winona Ryder, que a mí particularmente no me pareció fantástica. La película entretiene y educa y te hace replantearse muchas cosas.

Por supuesto, no es cine para los miembros del Clan de los Orcos pero sí que es una que deberían considerar los sub-intelectuales de GafaPasta