Kin


La fritanga se está convirtiendo en un género cinematográfico, eso de coger diez historias que han funcionado, o cinco y fusionarlas y hacer algo que es parecido pero que no es igual se está convirtiendo en cotidiano. Hoy tenemos un buen ejemplo del tema con una película de la que jamás hoy hablar hasta que apareció en cartelera y titulada Kin. Al parecer se estrena en España con el mismo título casi al final de noviembre.

Un julay pre-adolescente se encuentra un arma y se convierte en matón o algo así mientras protege a su hermano delincuente pero sin ilusión ni fantasía

Un criminal sale de la cárcel y vuelve a casa de su padre y no le dice que tiene un pedazo de deuda del copón que adquirió en la cárcel y o paga o los matan a todos. A todas estas, su padre tiene un hijo negro adoptado que encuentra un arma extraterrestre y no veas como la usa para atacar a todo quisqui, con lo que demuestra que en la familia llevan lo del crímen muy interiorizado. Después se pasan por un puticlú en donde el niño se encoña de una puta que se va con ellos y como que se pone a vivir con ellos mientras los extraterrestres, la pasma y todos los demás los atacan con una mala saña que no veas y el niño sigue matando pero sin ilusión ni fantasía.

Tenemos una cutre-película de ciencia ficción que aporta al niño como el portador del arma extraterrestre y al hermano criminal o algo así. Tenemos que los extraterrestres quieren recuperar el arma, los delincuentes quieren matar al hermano, el padre, es tonto del culo, el hermano, es tonto del culo, él es tonto del culo y además, NEGRO, que igual no se ha mirado en un espejo y no lo sabe y claro, lo normal es que tu hermano te meta en un puticlú cuando tienes trece años, que te dejen entrar sin problemas porque no perderán la licencia y que la puta se vaya contigo porque después de tomar un montón de copas contigo le molas mazo o algo así. Hay dos estrellones ya apagados entre los secundarios y los protagonistas son gente totalmente desconocida que o actúa mal o directamente no actúa. La historia es estúpida y a veces te ríes de lo malas que son las escenas pero en ningún momento piensas que estás viendo algo bueno. El final es hiper-peri-patético, se montaron una coña que se puede catalogar como bazofia y que no venía para nada a cuento. Esto es, básicamente, un telefilm.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, hay momentos en los que te sentirás identificado, como cuando van al puticlú, pero como no enseñan nada de chicha y las putas parecen seguir los consejos de alguna monja para su vestuario, pues más bien como que te aburrirás. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, es que no deberías ni estar leyendo esto.


3 respuestas a “Kin”

  1. El cocinero se quedará en el local que abrirá un mes más tarde allí y supuestamente las costillas seguirán en el menú, pero ni será un café con diez grifos de cerveza, paredes marrones tirando a negras y un estilo propio ni nada nos garantiza que el nuevo dueño no le dice que ahora haga platos con Quinoa para zorras repelentes podridas de dinero de los que las mantienen.

    Genín, las costillas del Cartouche no se roen. Mi padre les dio la mayor calificación que ha dado nunca a unas y según él, primero las cocinan hirviéndolas, antes de meterlas en el barril del marinado en el que pasan varios días hasta que las pides y van al horno. Se separaban del hueso por sí mismas, de hecho, se comen con las manos a menos que seas acarajotado y pijo.

  2. Una de las grandes contribuciones de este blog es haberme descubierto las cervezas Leffe, tanto la blonde como la brune, mejores que la Erdinger, una de la preferidas del dueño de esta kely. Y te preguntarás qué hace éste pavo hablando de cervezas en una crítica de cine. Pues lo mismo que tú alma de cántaro, hacer un comentario en la entrada que no toca. 😉