Sesenta y cinco


Magdalenas con globos

Aclaración: Aunque muchos seguro que están pensando que esta anotación se refiere a la edad de Virtuditas, aquella lectora que ahora comenta con una periodicidad mensual, quiero confirmar y confirmo que no se trata de ella, aunque siempre nos quedará la duda sobre cuántos lustros hace que cruzó este hito.

Hoy en la oficina tuvimos el primero de muchos eventos excepcionales y que no se recuerdan en el mundillo laboral holandés. Hasta diciembre del año pasado o básicamente hasta hace una luna, en Holanda la gente se retiraba antes de los sesenta y cinco tacos. Dicho de otra manera, legalmente, todo aquel que se agarraba a su silla como si su vida dependiera de ello tenía que soltarla y marcharse el día antes de su sexagésimo quinto cumpleaños ya que no podían trabajar a partir de esa edad. Ahora y gracias al envejecimiento de la población, a las mejores medicinas y a que tenemos que mandar mucho dinero a Grecia para que los peluqueros se retiren con cuarenta tacos, en los Países Bajos lo de los sesenta y cinco es únicamente una anécdota y desde enero de este año, la edad de retiro se ha fijado en los sesenta y cinco años y medio y cada año irá retrocediendo seis meses o algo parecido. Hoy tuvimos el PRIMER cumpleaños de la historia en nuestra empresa de alguien que alcanza la edad de 65. El colega tendrá que currar hasta agosto de este año antes de poder jubilarse.

De siempre se dijo que la gente del norte es fría e insensible y son como calculadoras Casio pero resulta que no, que tienen su corazoncito caducado y sus momentos sensibleros y para el colega este senil que tenemos en la oficina hoy le prepararon el escenario que se puede ver en la foto, con un bosque de magdalenas que sujetan globos llenos de un gas que supongo que es el helio. Alguien se lo curró y se vino a la oficina a las siete de la mañana con una bombona de gas y un montón de magdalenas y globos y los llenó, les ató la cuerda y a su vez envolvió cada magdalena (de supermercado, no de las buenas) en plástico y las ató a cada globo. Es obvio y ni siquiera hay que mencionarlo que la persona que trajo la bombona de gas es rubia ya que hoy en día, uno que parece medio turco sale a la calle con una bombona y lo tirotean seguro, que ante la duda, mejor disparar primero y después interrogar por si es uno de esos josdeputa terroristas musulmanes de mierda.

Aparte del bosque de globos, le pusieron en su silla de la oficina como veinte más y carteles por todos lados recordando que tiene sesenta y cinco. Debido a la edad de los asistentes a la micro-fiesta de cumpleaños, hubo que instalar sillas en el lugar para que no se nos cansen los ancestrales, ya que con sesenta y cinco este año tendremos cinco cumpleaños adicionales.

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7 respuestas a “Sesenta y cinco”

  1. Ya veo que no era amigo tuyo, de lo contrario le hubieras hecho tus épicas magdalenas y cantado el cumpleaños feliz o lo que se cante en Quesolandia 🙂
    Y seguro que a Virtu le quedan como cuarenta años para jubilarse… 🙂
    Salud

  2. Ese mismo día traje magdalenas a la oficina, pero de las buenas y las tuve que dejar hasta hoy porque se me saturan los ancestrales si tienen un exceso de azúcar. Varios me dijeron que no hay punto de comparación entre mis magdalenas perfectas y aquel producto industrial hecho con materia prima dudosa y recubierto de conservantes y colorantes por todos lados.

  3. Genín, para mi desgracia sí que me quedan unos cuantos para jubilarme, si…. y sulaco, te pongas como te pongas, tengo menos que tú, que aunque dices que siempre cumples 28, JA-JA-JA. Yo aún no he empezado el 4 😛

  4. Virtu, es que eso de que le queden a uno un montón de años para jubilarse es como el que tiene que pagarle un pastal a hacienda todos los años… 🙂