The Dark Knight – El caballero oscuro


Lo normal con todas las sagas que han pasado o están pasando por los cines es que mantengan parte del título de la primera y añadan un número para que los espectadores sepan que aquello forma parte de un todo mucho mayor. Sin embargo, lo natural sería tener títulos distintos, muy al estilo de las películas de 007 o a cualquier saga de libros. La excepción a esta regla de los títulos parece venir de la mano del murciélago más famoso, ese que siempre se pone leotardos ajustados y salta desde edificios muy altos sin razón aparente. Después de hundir la saga cambiando al protagonista, añadiendo al infame Robin y estirando hasta el ridículo los guiones, Batman parecía muerto y enterrado para el cine. Hace tres años la saga revivió con un equpo totalmente nuevo en Batman Begins y el resultado fue espectacular. Tres años más tarde llega The Dark Knight, El caballero oscuro y han conseguido mejorar y superar a la primera parte.

Un julay amanerado se ríe de otro al que le va el rollo sado

Si a alguien le queda alguna duda, la película la roba desde el primer instante en el que sale Heath Ledger con su soberbia interpretación del Joker. Transmite una fuerza increíble y hace que por una vez y sin que sirva de precedente, nos pongamos del lado del malo y deseemos que este gane para que en la próxima película sea él quien la encabece. El tipo del traje negro y el complejo de inferioridad va al rebufo del otro, trata de pararle los pies sin poder y salta de azotea en azotea, usando y abusando de todos sus cacharros de diseño sin poder entender que hay un nuevo rey en la ciudad y no es él. Necesita con desesperación un malo a su altura y cuando lo encuentra, termina eclipsado y mendigando un momento de cámara. La historia se despliega lentamente ante nuestros ojos, ya que dura más dos horas y media y en ese tiempo hay las suficientes dosis de acción, de romanticismo, de tensión, de monólogos impactantes como para complacer a todo el mundo. Tenemos un drama épico, el choque de dos hombres, uno honesto y atormentado por su pasado, el otro deshonesto y también atormentado por aquello que ha dejado atrás y ambos se dan cuenta que se reflejan en el otro, que la línea que separa el bien del mal es muy fina y la traspasan con sus acciones. La chica, el poli bueno, el fiscal, todos giran alrededor de estos dos hombres y de lo que representan, de las ideas que defienden y entre todos van arando el camino de un final terrible y cruel en el que no hay misericordia con los espectadores. Hay violencia en dosis masivas e impartida por ambos, porque no se puede decir que uno sea mejor que el otro. Christian Bale sigue haciendo esa cosa tan extraña con la voz cuando se pone los leotardos negros que supongo que es el resultado del exceso de presión en sus genitales y sus mejores momentos los tiene cuando va de galán y es capaz de desplegar otro tipo de registros. Michael Caine continúa disfrutando con ese mayordomo algo pasado de rosca y dado a los excesos que de cuando en cuando suelta alguna frase seria y funciona como el contrapeso de una balanza que está muy cercana al desastre.

Es una muy buena película y merece la pena ir a verla un par de veces. Si te gustó la anterior, esto no es más de lo mismo, es mucho más y nos deja con ganas de ver como continúan con la historia.
10artuditos


7 respuestas a “The Dark Knight – El caballero oscuro”

  1. Lástima que haya muerto el chamo. Prometía para la segunda parte de el como el Joker. Lo hizo muy bien, al final, tengo que estar de acuerdo. Besos.

  2. Yo la fui a ver el otro día y me encantó. Para mí, las otras de Batman a las que te refieres han pasado al olvido. No existen y punto. Sólo hay dos películas de Batman. Es como La Guerra de Las Galaxias y sus precuelas o Indiana Jones y la serie de televisión, mejor fingir que nunca se hicieron…
    Mientras siga dirigiendo el Nolan todo irá bien. Esta es aún mejor que la anterior. Saludos…