Vox Lux: el precio de la fama – Vox Lux


Siempre me he preguntado si los directores de cine a los que les va el artisteo y hacen arte que llaman cine y que acaba en la filmoteca nacieron así o fueron forzados por ese caminito por culpa de una dieta desequilibrada o por comer los potorros equivocados y desequilibrar sus chacras. Una película que llega a la filmoteca de una cadena con veintisiete multicines y que solo la ponen en una sala tiene que ser algo muy pero que muy especial y por eso, en mi última visita a Amsterdam aproveché para ir a ver Vox Lux, película que no parece tener fecha de estreno en España o quizás va directa a la tele pero sí que le pusieron de título Vox Lux: el precio de la fama, aunque la foto de la hembra con la boca en esa postura de querer mamar la tranca debería estar acompañado de un truscoluña no es nación.

Una julay desquiciada está pero que fatal

Una pava adolescente sobrevive herida a una matanza de esas de instituto gringo y en el hospital escribe con su hermana una canción, la canta en el funeral de las víctimas que por supuesto transmitían por la tele y gracias a eso se convierte en cantante famosísima de la muerte. Saltamos al futuro dieciocho años más tarde y la pava tiene una hija adolescente que cuida su hermana, es una diva, es famosa que no veas y está pero que fatal y además es intratable, es básicamente como una almorrana que te crece en el párpado de uno de los ojos y se te infecta o algo así.

Lo primero que te preguntas cuando acaba la película es cuál es la razón para contarnos la historia porque no la hay. Mi vida no es mejor después de ver la película, esto es un ejercicio de redundancia cinematográfica, algo que no sirve para nada. De las dos partes, la más interesante es la de joven, cuando vemos el ataque al colegio, como sobrevive al tiroteo herida y lo que pasa después. Cuando en un punto determinado dejamos atrás a esa joven cantante y nos adentramos en su futuro, la película se va al garete y quizás Natalie Portman tenga gran parte de la culpa porque no sé lo que quería transmitir pero puedo confirmar y confirmo que no lo consiguió. Sus escenas son dolorosas, como espectador quieres que pasen de una puta vez porque jamás atrapa tu atención. Hay un momento en el que actúa en un concierto y juraría por el gallumbo único que me llevo para tres semanas de vacaciones y que camina solo que pusieron doscientos minutos de concierto, aunque en realidad no creo que sean más de cinco minutos pero se hacen tan terribles que alteran la percepción del tiempo y lo frenan hasta casi no moverse. En fin, que esto es un experimento fallido.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos te prohíbo que acudas a cualquier cine en el que la estén poniendo. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, no te la deseo ni a ti.


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