Duolingo 300 días, originally uploaded by sulaco_rm.

Continúo arrasando en Duolingo y he vuelto a batir mi espartana constancia. Después de pasar la marca de los 250 días de constancia, ahora llego a los 300 y estamos a dos pasos de lograr un año completo en el que jamás de los jamases dejé de hacer mis ejercicios diarios, pese a haber visitado durante ese tiempo multitud de lugares.

Además de este hito fundamental, este domingo tenía un día complicado. Madrugué como un bellaco y a las ocho de la mañana, cuando muchos están aprovechando para dormir unas horas más, yo me hacía un chocolate con Churros por aquello de que el desayuno es la comida más importante del día. En paralelo, hice unos Lacitos de hojaldre y temprano salía por patas para la estación de Utrecht Centraal en bicicleta. Desde allí fui en tren a Hilversum Sportpark en donde tengo estacionada una de mis cuatro bicicletas y que usé para ir a Eemnes ya que como cada dos años, allí acontecía un evento cultural en el que todos los artistas de la zona exponen en graneros y otras estructuras de una calle que está junto a un polder y cienes y cienes de seres humanos acudimos para admirar el trabajo. Uno de los que exponen su obra es mi amigo el Moreno, que con los años se ha convertido en uno de los mejores fotógrafos de aves de los Países Bajos. Fui a admirar su obra y le regalé a sus unidades pequeñas una bolsa llena de Lacitos de hojaldre que devoraron con saña. Fui temprano porque por la tarde tenía otro evento. La distancia entre el aparcamiento de mi bicicleta y el lugar en el que exponía el Moreno es de nueve kilómetros y cuatrocientos metros los cuales, con una bici con velocidades o normal, lo haces sin que se te enrulen los pendejos. Con la cutre-bici que tengo estacionada permanentemente en Hilversum, es una tortura y llegué allí más mojado que las bragas de una fans del Bieber. El regreso fue similar, con maratón ciclista hasta la estación para pillar el tren en el último nano-segundo y una vez en Utrecht, opté por dejar mi otra bicicleta en la estación y regresar a mi casa en guagua. Allí, preparé más Lacitos de hojaldre, hice un montón de Magdalenas, cogí un litro de Gazpacho blanco, media Tortilla de papas con cebolla, una Tarta de tres chocolates con hojas de gelatina, algo de jamón y un par de cervezas Erdinger y la mujer del Rubio pasó a buscarme para ir a su casa. Era el cumpleaños de la Segunda Unidad Pequeña y ese era el día en el que le dábamos los regalos y eso. En mi caso, mis regalos eran de papeo, además de un bono para ir al cine conmigo en exclusiva y encochinarse con golosinas. Pasé la tarde en la casa con ellos y me quedé a cenar (aunque técnicamente, preparé la cena ya que yo suministré casi toda la comida) y por la noche regresé a mi casa agotado del palizón. Fui a la cama a las once de la noche, algo que sucede muy raramente.

Hoy me enteré que el Moreno ganó el premio al mejor artista de la zona y ya ha aparecido hasta en el periódico, así que tengo el dudoso privilegio de tomarme un par de cafelillos cada día con un artista premiado y de caminar con el mismo todos los días una hora. En noviembre o diciembre tiene un gran evento en Bélgica en el que se juntan los más mejores del universo en ese ramo y yo estaré allí para dar apoyo psicológico y grabar el momento en el que conquiste el mundo. Si alguno quiere ver sus fotos y echarse a llorar de envidia, están aquí.