Si tienes una idea original y haces una película que funcione, a poco que te descuides la copian y se la tratan de vender a los espectadores intentando repetir el éxito. Aquellos con una memoria periférica parcialmente atrofiada recordarán que a finales del 2009 la sensación era Paranormal Activity y su estilo de documental casero supuestamente auténtico y un año más tarde se montaron Paranormal Activity 2 y creo que en unos días cae la tercera parte, la cual espero que no sea tan patética como la segunda. Alguien pensó que esto de los falsos documentales tenía su intríngulis y se han montado Apollo 18, una especie de documental en el espacio que carece de fecha de estreno en España y que visto los tropezones que se está dando su carrera comercial por el mundo, es hasta probable que nunca llegue a ver las pantallas de cine y salga directamente para televisión o deuvedé y blurei.

Tres julays se van pa’l coño de su puta madre espacial y allí se tropiezan con la bruja Avería, de la que nadie se ríe a menos que quiera que le hagan pupita vaginal

Al parecer se dijo que la NASA hizo una misión de Apollo que fue la número 18 y fue secreta y en esta misión los chamos se bajaron a la luna y allí se encontraron con unas movidas chungas que incluían un astronauta ruso muerto y que parece que fue atacado por algún ente vivo que más tarde la toma con los dos americanos. Todo esto lo sabemos a través de las películas que ellos mismos grabaron y que conforman el documental de la misión Apollo 18.

En primer lugar, esto es cine, así que nadie sea tan estúpido como para pensar que es real. Dicho esto, comentar que la película la dirigió un español. Comencemos por lo bueno. . Y ahora que hemos acabado con la parte positiva, sigamos con el resto. La historia naufraga desde el primer cuarto de hora, se hace pesada, repetitiva, aburrida, increíble, absurda, sosa y realmente nunca llega a despegar y directamente se estampa. Los tres actores sobre los que recae todo el peso de la historia parecen marionetas, sin expresividad, no logran convencer ni despertar ninguna simpatía y la atmósfera supuestamente agobiante es más bien aburrida. Hay varias volatadas que te hacen levantar una ceja y de las que se percata hasta un ciego y como película de terror carece de la cantidad suficiente y necesaria de cadáveres para resultar interesante. Aburre ver siempre a los mismos tíos y saber que si los matan se acaba la historia, así que siguen y siguen y siguen y siguen chupando minutos para lograr completar los ochenta y seis que dura la película y de los que sobran setenta.

En fin, que si algún día llega a un cine cerca de donde vives, ni te molestes y no tires tu dinero ni pierdas tu tiempo. No hay miedo, la acción aburre y lo de agitar la cámara está más visto que las tetas de Pamela Anderson. Esto no es apto ni para el Clan de los Orcos.