Bueno, bueno, bueno, después de unos tres cuartos de hora, que no tomó demasiado tiempo el vuelo, llegamos al aterrizaje, ya de noche, en el aeropuerto de Schiphol, Amsterdam. Para este aterrizaje he elegido la canción You’re Where You Belong / Give ‘Em Hell del clásico tan adorado por todos Top Gun: Maverick y que sonaba en el momentazo del portaaviones cuando Tom Cruise ya sabe que se va a sacrificar por el mundo, como hizo anteriormente el mismísimo Jesucristo, que es el único con el que lo podemos comparar.

Había buena visibilidad en el aterrizaje y podemos ver la zona cercana al aeropuerto de noche, o más bien la zona que está cerca del mar porque pasado el primer minuto se puede ver que estamos llegando a la costa y ahí giramos y después venimos a estar por encima de la ciudad de Ámsterdam. Con la luz del ala que había por encima, yo creo que el telefonino casi no pudo ni enfocar en gran parte del vídeo. Vale la pena señalar que este aterrizaje de noche no fue en la maléfica Polderbaan, la pista esa que está en el recarajo. Este sí que es el cierre absoluto y definitivo del viaje a las Maldivas.