Ver el mundo a través de los ojos de otras personas es algo que no podemos hacer aunque lo intentemos con todas nuestras ganas. Cada uno de nosotros es un ser único y que se cree irrepetible. En nuestra programación interna llevamos un pequeño bucle que nos hace mantener esa creencia aunque otros se empeñen en demostrarnos que no es así. Eso es lo que nos hace seguir adelante, mantenernos en nuestro sendero y llegar al día siguiente. Yo soy muy simple. Divido a la gente en tres grupos: los que me importan, los que no me importan y los que ni siquiera sé si existen. Procuro mirar el mundo intentando ponerme en la posición de aquellos que me importan para saber qué es lo que buscan y cómo poder ayudarlos, según mi limitada visión de su mundo. No es un acto generoso y desprendido, es una forma consciente de manipulación porque si las personas que me importan son felices, incrementarán mi felicidad o en el peor de los casos no me complicarán la vida. Con los que no me importan sucede algo similar pero opuesto. Busco anticiparme y bloquearlos antes que se conviertan en una amenaza. Finalmente tenemos los que no existen, esa inmensa multitud de la que de vez en cuando sale alguien que llama tu atención y le asignas alguna prioridad y en la que acaban los que culminan su ciclo.
Todo tiene un ciclo. La amistad también. O el amor. El problema es que en aquellos asuntos que implican a dos seres humanos, sus velocidades son distintas y se producen desfases. Tú puedes estar cegado por tu amor y tu pareja anda ya husmeando otras flores porque su ciclo ha concluido. En esto es en lo que somos bastante malos, en los cierres de ciclo. Destinamos un montón de energía para crear y mantener las relaciones y en la fase final de las mismas no sabemos muy bien qué hacer para poner un punto y aparte que al menos sea elegante.
Si piensas sobre ello un poco seguro que identificarás tus propios ciclos e incluso puedes detectar los momentos en los que te das cuenta que se ha perdido el sincronismo y una de las personas ha cambiado de estado. Mis ciclos son muy rápidos y veo una y otra vez que la gente se desorienta cuando cambio de ciclo. Me falta la paciencia para aguantar un tiempo prudencial antes de hacerlo visible. Yo lo demuestro desde el primer instante y después avanzo hacia el siguiente nivel, hacia la próxima aventura y no miro atrás más de lo necesario. Mis ciclos son también iterativos. Puede pasar el tiempo y en otras circunstancias, en otro tiempo y quizás en otro espacio no tengo ningún problema en comenzar con las mismas personas un nuevo ciclo, uno distinto y del que lo único que sabemos es que también acabará. Aquellos a los que yo importo parece no importarles y se prestan al juego de segundos y terceros ciclos.
En todo este cambio que sucede a nuestro alrededor y del que a veces pensamos que no nos afecta, la manipulación juega un papel crucial. Manipulamos y nos manipulan, en ocasiones suave y dulcemente y sin que no lo notemos y en otras de una forma tan ruda que da vergüenza ajena. Yo reconozco que soy un manipulador, que altero mi entorno para que se ajuste a mi antojo. Aquellos que me importan son también manipuladores, pero de un tipo distinto. Algunos son capaces de hacer que yo crea que mantengo el control. En este juego tienes que ser muy bueno. Cuando tropiezo con una persona cuya capacidad para la manipulación no está a la altura, la despedazo si insiste en cruzar mi camino. No solo no dudo un solo instante, ni siquiera tengo algún tipo de remordimiento por lo que hago. Son ciclos que no me interesan y los termino de forma rápida. Uno aprende esto con los años. Te puedes engañar a ti mismo y creer que las cosas son de otra forma pero eso no te llevará a ningún lado.
Una de nuestras libertades es la de comenzar y acabar ciclos, repetir con aquellos que te parecieron interesantes y enterrar en el olvido los que no merecen una segunda oportunidad. Todas estas boberías me vienen como siempre a la cabeza cuando estoy encerrado en un cilindro de metal a once kilómetros de altura y por mi ventanilla puedo ver una puesta de sol increíble con el astro rey retirándose tras la isla de la Palma y al frente Tenerife y Gran Canaria recortadas contra un cielo en el que los tonos rojos predominan y dan un aspecto tenebroso al mar de nubes que cubre el archipiélago.
11 respuestas a “Ciclos”
Este post asusta. Besitos.
A mi me das miedo, pero por la claridad de ideas.
Manipulamos y dejamos que nos manipulen. Desde el primer día de nuestra vida es asi. La historia del ego y del superego, de todos los condicionantes externos y de nuestra travesía vital o existencial hasta desenmascarar quién realmente somos y no quién quieren los otros que seamos (Niño deja de hacer dibujos que con eso no llegarás a ninguna parte…). A ello han contribuído personas que se han cruzado en nuestras vidas y algunas han dejado un poso detrás que no olvidaremos nunca.
El momento de cerrar ciclos es el más duro porqué puede que nosotros no estemos preparado para ello, quizás ya estemos volando en otra dirección o sobrevolando en círculos ya que no nos atrevemos del todo a cambiar de rumbo, a romper el cordón umbilical, aunque internamente sabemos que no hay otra posibilidad.
Las percepciones de la vida son múltiples, procesadas por cerebros únicos e irrepetibles, lo único que podemos hacer es aceptar esa diversidad y que los que nos importan también lo entiendan. Es la única manera.
Y un ciclo mayor que los agrupa a todos: nuestra vida. 😉
Debes admitir que el núcleo duro de tu vida (los que estamos contigo desde casi siempre) hace tiempo que dejamos de ser tan manipulables como te gustaría, pero es porque fuimos tus marionetas durante mucho tiempo y ya te conocemos demasiado.
Eso sí, te reconozco un indiscutible liderato y poder de convocatoria, pero yo eso no lo considero manipulación, sino carisma.
Me gusta la frialdad y la capacidad analítica para exponer este tipo de ideas. Realmente una de las mejores enseñanzas de la vida es desvelar el quien es quien de los que están a tu alrededor. Enhorabuena por todo el blog, y me alegro de haberlo encontrado por la más pura casualidad. Saludos desde la Isleta.
waiting, ten mucho miedo.
ale, yo soy fantástico en lo de cerrar ciclos y abrir otros nuevos. no tengo ningún problema y lo hago en un pis-pás. Supongo que influye mi facilidad para iniciar otros nuevos.
corsaria, la vida es la unión de todos los ciclos de una persona y se mueve al ritmo de estos.
plus, lo que de verdad sucedió es que me faltaba el caballero Jedi que me enseñara a manejar el reverso zarrapastroso de la fuerza y como nunca pude ser Padawan, lo tuve que aprender todo a golpe de palos. Después del empacho de manipulación de la adolescencia tuve una etapa de negación y solo más tarde llegué a la conclusión que se puede usar con moderación, aunque disfruto enormemente de la libertad de elección que tienen los demás y la respeto muy mucho. Ahora la gente fácilmente manipulable me aburre. Con todos ustedes llevo años excarvando para sacar lo mejor de cada uno y disfrutar de ello y al mismo tiempo conseguir que la experiencia sea positiva también para la otra parte de la parte contratante.
Gab, seguro que pronto te asustas. Soy como un ser maléfico criado en la Isleta. Mírate el Hembrario para que encuentres algunas vecinas bien descritas.
Al descubrir la bitácora estuve investigando un poco, y cuando dí con las culocoche casi me muero de la risa. Buenísimo. Aunque añadiría que las culocoche es una evolución natural de las culomoto, que tuvieron su habitat natural en el instituto (de la lechuga), de la yamaha jog al cielo.
Llego un poco tarde a esta sincera reflexión.Parece un largo suspiro al dejar atrás Gran Canaria ¿has cerrado algún ciclo allí? Cuando nos lo cierran y tambien cuando lo cerramos, nos hacemos un favor, sólo hay que dejar pasar un poco de tiempo.Hay tantos ciclos por empezar.Da un poco de corte manipular a los que se dejan, no? Intento ponerme en el lugar de otros circunstancialmente no doy para más.A veces hay ciclos que te son arrebatados , suele decirse que es por ley de vida, en realidad es una grandísima putada, me cabrea, me enferma y no me acostumbro. Esto es el sindrome pre-primaveral, dentro de poco empezaran a salir las flores como locas y saldrá nuestro lado primitivo para disfrutar con los cinco sentidos, dándole menos al coco.
Evelyne, lo escribí camino de las Canarias y no fue particularmente por cerrar un ciclo, más bien porque estoy comenzando un par de ellos. A día de hoy, en marzo del 2008, creo que estoy en un máximo histórico de ciclos en marcha. Hay gente de todos los continentes, de todos los colores, con multitud de religiones, con preferencias sexuales variadas y que rodean mi vida de dosis masivas de karma positivo. No me quejo, sólo quería explicar el sistema.
Por expresar un estado de ánimo, no siempre nos quejamos.Hoy estoy triste, se nos está yendo un amigo muy querido y tengo la cabeza llena de recuerdos y vivencias (un ciclo que se está cerrando). Las dosis masivas de karma positivo que se reciben, normalmente uno se las ha currado.. como es tu caso, y me alegro. Me contarás algún día lo del par de ciclos que se inician (creo que soy cada vez más cotilla y lo peor es que no pienso corregirme, no me reconozco!)
Uno de los ciclos que he comenzado tendrá su propia categoría en la bitácora y competirá con el Turco, el Chino y er Dani por el cariño y el odio de la tropa. Le tengo que estar eternamente agradecido porque me ha dado permiso para usar todas las historias que me ha narrado y que yo agrandaré, exageraré y adornaré como suele ser habitual. El otro ciclo forma parte de mi tanteo habitual para buscar gente que me guste y me interese.