Hace cuatro añitos flipábamos en colores con Cómo entrenar a tu dragón – How to Train Your Dragon, una película original y divertida y que si no recuerdo mal, fue la primera a la que llevamos a la Unidad Pequeña Número 2 de mi amigo el Rubio y el chiquillo salió flipando del cine. La historia estaba muy bien contada y todo era puro divertimento. Ha pasado el tiempo y como era de esperar ha llegado la segunda parte, titulada How to Train Your Dragon 2 y que a España llegará la semana que viene con el título de Cómo entrenar a tu dragón 2.

El julay de la primera se mete en una refriega de cojones con una banda de jinameños

Después de cinco años en la aldea, los dragones se han incorporado a la vida y a la cultura de la gente allí y todos son felices con sus bestias. Hiccup se va a explorar y encuentra una cueva secreta en la que hay cientos de dragones, los cuales viven alrededor de uno enorme y acompañados por un guerrero que los protege. Cuando se monta la madre de todas las batallas con otra tanda de dragones de un malo malísimo, todos tendrán que apechugar y arrimar el hombro para conseguir la victoria.

Después de haber sido obligado a ver los primeros cinco minutos de la película unas seis veces, ya que ese fue el formato que eligieron para promocionarla durante un tiempo, me temía todo lo peor pero por suerte han vuelto a crear un producto de gran calidad. La historia es entretenida y muy dinámica, alternando como siempre pequeños instantes de humor para que los más enanos se rían. En este caso se vuelve un poco más oscura y siniestra que en la orginal ya que hay algunas muertes, momentos dramáticos y que pese a tratar de hacerlos ligeros, igual impactan a los chiquillos más jóvenes. Hay una buena tanda de nuevos dragones y como en la primera parte, una química brutal entre Hiccup y su dragón Toothless. Todos sus amiguitos parecen tener un poquito más de protagonismo y los nuevos personajes encajan bien. Toothless merece una mención específica porque sin hablar una palabra transmite más emociones que la gran mayoría de los actores de Hollywood con los que nos torturan hoy en día. Le roba las escenas al chaval con una facilidad increíble y siempre consigue momentos adorables. También hay que decir que la animación es de lo mejorcito que he visto. Las escenas con multitud de dragones en pantalla y una cantidad innumerable de personajes moviéndose son fabulosas, todo parece tan real que hay momentos en los que te olvidas de estar viendo una película de animación.

Resaltar que tuve suerte y conseguí verla en una sesión sin TresDé, ya que por más que me intenten vender la moto, no le veo ninguna ventaja y las películas me parecen demasiado oscuras. Sin alcanzar las cotas de perfección de la primera, sigue siendo una película fantástica y definitivamente a tener en cuenta.

Tanto los miembros del Clan de los Orcos como los sub-intelectuales de GafaPasta harían bien en ir al cine a pasar un buen rato con una obra de calidad. No solo ellos, el resto debería tenerla muy en cuenta.