Hace un año o así fui a ver De Tatta’s al cine y como que me gustó, o al menos no me dejó un mal recuerdo, así que aprovechando que se ha estrenado la segunda parte justo antes de emigrar de vuelta a África y siendo el único estreno de la semana, aproveché para ir a verla, algo que no consiguen explicarse mis amigos que piensan que estoy requete-quete chiflado por ir a ver estas cosas y yo venga a repetirles que en España tenemos al Segura ese haciendo cutre-pelis y también las veo cuando estoy por el país. Esta nueva se titula De Tatta’s 2 y ni de coña se estrenará en España, ni siquiera con el fastuoso título de truscoluña no es nación.

Los julays de la vez anterior ven como una penca los quiere echar de su keli.

Los Tatta se han adaptado a su vida en barriada periférica y de pobres y de repente, en su barrio, hay un incremento de la criminalidad y pronto aparece una inmobiliaria que les ofrece a todos comprarles sus kelis para hacer allí un nuevo barrio fabuloso y maravilloso. El chamo como que se huele que esto es chanchullo y tratará de unir a los vecinos para luchar contra la inmobiliaria pero como que todo el mundo está por rendirse o algo así y marcharse de allí. A todas esas, su hijo marrocanizado se echa de novia a la que resulta ser la hermana del novio marroquí de su hija y claro, también hay pitote con eso y para complicarlo más, la esposa adolescente del abuelo lo deja y se les mete en su keli a vivir y recuperarse de la depresión.

Esto es cine estúpido y divertido y aunque esté mal que lo diga, yo me rio un montón con estas polladas y me lo paso muy bien.