Ya lo conté en su día pero lo repito por aquí. Aparte de la trastada asquerosa de cancelarme el vuelo y obligarme a hacer escala en truscoluña, lo más repugnante de eso fue que me hicieron salir a las siete de la mañana de Gran Canaria, cuando había otro vuelo unas horas más tarde y ese avión, precisamente ese avión del segundo vuelo, el avión que despegó como a las nueve de la mañana, llegaba a Barcelona, hacía una escala de una hora y media y después volaba a Ámsterdam, con lo que esos desgraciados cochambrosos me podían haber dado plaza en ese avión y en lugar de más de cuatro horas de mi vida perdidas en el aeropuerto, habría sido hora y media. Para este vídeo, la música es la canción Dagger One Is Hit / Time To Let Go del clásico de todos los tiempos Top Gun: Maverick.

Esto comienza con el chófer quitando el freno de mano y el avión avanzando por la pista. Yo se lo dije al piloto, que si veía a alguien por la pista, que lo atropelle que seguro que es truscolán y como con los moros, esas hienas solo son buenas cuando están muertas. Nos hicieron dar un paseíllo por el aeropuerto buscando truscolanes pero no dimos con ninguno, debían estar escondidos revolcándose en los leuros que nos han robado a todos. Por delante de nosotros iba un avión de Ryanair que despegó sobre el tercer minuto del vídeo y detrás vamos nosotros. Despegamos hacia el mar, pero mi asiento era sobre el ala y no se ve bien, así que puse el telefonino en la ventana de atrás para que se vea algo. Al rato del despegue el chófer hace un giro pronunciado y por delante podemos ver la ciudad de Barcelona antes de terminar el vídeo.