Esta es una película de Ethan Coen, uno de los hermanos Coen, con lo que yo me esperaba muchísimo de la susodicha y hasta fui a Ámsterdam para verla en la filmoteca. Creo que hasta llegué a ver el trailer en alguna visita previa, aunque no lo puedo confirmar ni lo confirmo. La película se titula Drive-Away Dolls y en España creo que se estrenó como Dos chicas a la fuga aunque tampoco me ha terminado de quedar claro. Eso sí, yo diría que el título se traduce muchísimo mejor como truscoluña no es nación.

Dos julays boyeras quieren poner un negocio de donuts.

Tenemos que una tortillera rompe con su pareja y decide irse al sur de los Estados Unidos y otra tortillera decide irse con ella y les dan el coche de alquiler equivocado, uno con un maletín dentro que tenían que transportar unos criminales y acaban metidas en una especie de lío y persecución con un montón de malos que parecen ser más patéticos que un político suciolista corrupto español. Finalmente llegan a su destino y allí confluirán todos o algo así.

La verdad que la peli dura ochenta y cuatro minutos y seguramente le sobra una hora, todas estas casualidades, que todo parece que les suceda de pura chiripa, termina por cansar y lo mejor de la película es la escena de sexo entre lesbianas, que mira que montaban ruido. La película tiene una cantidad descomunal de cameos pero muchos de ellos no funcionan, como el de Pedro Pascal, que está fatal o Matt Damon, que también se ve demasiado forzado. El humor no cuajaba, no te ríes nunca cuando alguien dice o hace alguna estupidez y visto que la historia era simplemente una especie de guion escrito tirando los dados y poniendo lo que salía, nunca llegas a saber muy bien lo que estás viendo.

Unirá en el desprecio a la peli a los miembros del Clan de los Orcos y a los sub-intelectuales con GafaPasta. Lo peor es saber que ya tienen escrito el guion de la segunda parte, que supongo que usarán todas las gilipolleces que escribieron para la primera y nunca llegaron a usar.