Hace casi un mes hacía una de esas escapadas de mañana de fin de semana a la filmoteca para ir a ver esas películas raras que solo llegan a un puñado de cines. Como suele ser habituales en las sesiones antes del mediodía, éramos tres gatos en la sala y además con gustos distintos en las zonas favoritas para ver el cine. Los otros estaban todos apiñados atrás y yo en la segunda fila, directamente frente a la pantalla, con una visión panorámica y espectacular, ya que voy al cine para sumergirme en la experiencia y no para verlo todo como si fuera en una televisión. La película era una con un trailer muy extraño llamada The Double que creo que no tiene fecha de estreno en España.

Un julay se topa con un doble que le roba la vida que siempre quiso tener

Un tipo tímido y un poco friki y que está obsesionado con una trabajadora de su empresa descubre como su vida se va al traste cuando contratan a un tipo que es exactamente idéntico a él pero tiene un carácter opuesto y que gusta a todo el mundo. Mientras el otro se aprovecha de la similitud, el pobre desgraciado trata de encontrar la manera de quitarse al rival de en medio, sobre todo cuando se pone a chingar a la pava que le gustaba.

Esta es una película basada en una historia de Fyodor Dostoevsky, que era un chamo rarísimo como sabemos todos por los libros que nos obligaron a leer en el instituto. El guión es enrevesado y la creación de un mundo alternativo y como muy comunista no termina de funcionar. La fotografía y la manera de narrar la historia frenan el conjunto y lo hacen demasiado pesado. Una lástima porque la idea de un chamo que traga de todo hasta que encuentra que lo único con lo que no puede es con una versión más buena de él mismo es fabulosa. El director parece incapaz de controlar tanto al entorno como a los protagonistas, sobre todo a Jesse Eisenberg, que no acaba de encajar y le resta credibilidad al conjunto. Este tipo de cine cuando funciona es brutal pero en este caso hace aguas por todos lados y aunque no acaba de hundirse, fallan tantas cosas uqe la película te frustra por todo lo que pudo ser y no consiguió.

Puedo imaginar los gritos de dolor de los miembros del Clan de los Orcos si los obligan a ver esto. Es probable, aunque lo dudo, que algunos sub-intelectuales de GafaPasta salgan del cine flipando en colores, sobre todo aquellos a los que les gustan las historias sin pies ni cabeza. Para el resto, es cine, pero no es nada especial.