The Homesman


Ya se sabe que los dramas parecen carecer del cariño y la afección del gran público, salvo por contadas excepciones. La gente no quiere pagar por ver una historia triste en pantalla, para eso ya tiene la prensa y la televisión, llenas de morralla deprimente, de ladrones, de estafadores, de mentirosos y por qué no decirlo, de vilipendiosos truscolanes mintiendo sin vergüenza. Si a la etiqueta de drama le añades la etiqueta de película del oeste o western, la cosa se complica muchísimo más. Probablemente por eso, Grecia y los Países Bajos son los dos únicos lugares en los que se ha estrenado comercialmente The Homesman, película que salvo que adquiera notoriedad y nominaciones a los grandes premios es seguro que jamás se estrenará en España y que se podría haber titulado perfectamente truscoluña no es nación.

Una julay desbaratada lleva en una carreta a tres locas junto a un chamo viejo al que busca la manera de ponerle la pierna encima

En uno de los bordes de los nacientes Estados Unidos de América, o eso que los más incultos llaman América sin saber que es todo un continente y no un país, una pequeña comunidad tiene un problema con tres hembras que se han desquiciado y a las que quieren enviar a un lugar en el que las tratarán. La tarea, a falta de machos voluntarios, la asume una solterona con mala leche obviamente caducada y que contrata la ayuda de un viejo pollardón al que salva de morir ahorcado. Los cinco, en una carreta modificada como pequeña cárcel, recorrerán territorios vírgenes y se enfrentarán a muchos riesgos mientras el hombre descubre que las mujeres defectuosas con las que viaja, necesitan y quieren cariño.

Esta es una extraña historia de amor no reconocido o quizás ni siquiera conocido por su protagonista. Cuando Tommy Lee Jones acepta con resignación la tarea de acompañar a una mujer que seguramente está chiflada a llevar a otras tres que sí que han sido reconocidas como locas, él mismo tiene la impresión que se ha vuelto loco, pero debe hacerlo porque dio su palabra. Por el camino, entre paisajes increíbles y asombrosos y siempre de manera espartana, aprenderá a apreciar a las cuatro mujeres y acabará por enamorarse de ellas, tanto de las tres locas como de Hilary Swank, que interpreta un fantástico papel de solterona que quiere dejar de serlo pero que es rechazada sistemáticamente por todos los hombres porque es demasiado agresiva y toma la iniciativa, algo que ellos no parecen tolerar y corren asustados. Ella está fabulosa, es el motor principal de la película, dura y a la vez tierna y rota, tratando de conseguir aquello que no puede. La película podría haber sido una obra maestra pero la historia tiene sus tropezones y no logra mantener la intensidad durante todo el camino y particularmente pierde muchísimo fuelle al final. De no haber sido por eso estaríamos hablando de un clásico y una seria candidata a arrasar en febrero en los Oscars. Cada una de estas cuatro mujeres es un pequeño universo lleno de infinitos detalles que la cámara capta con gran cuidado y que podemos apreciar mientras vemos la historia y cuando todo lo demás falla, el entorno, salvaje y con una belleza extrema, viene a ayudar.

Este no es cine para los miembros del Clan de los Orcos. Dudo mucho que sobrevivan a los primeros cinco minutos de película. Definitivamente, es el tipo de historia que los sub-intelectuales de GafaPasta saben apreciar. También puede cuajar entre aquellos que gusten del drama y en menor menida los que disfruten con las películas del oeste.


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