El Grinch – The Grinch


Lo que más me molesta de las películas de animación que se estrenan en Holanda es que prácticamente siempre solo ofrecen la versión TresDé para los pases en original y solo aquellos que optan por verla en neerlandés tienen la posibilidad de elegir la obviamente superior en DosDé, que lo de las gafas no aporta nada y jode muy mucho. Visto que no había alternativa, después de una semana de rezar a todos los dioses para que al menos hubiese un pase sin las gafas, tuve que resignarme e ir a ver The Grinch, que en España se estrenó con el innovador título de El Grinch, que la ponen como una primera parte pero yo estoy super-hiper-mega convencido que hace la tira de años fui a ver otra y hasta me viene a la cabeza el nombre de Jim Carrey.

Un julay chiripitiflaútico vive en las afueras de un villorrio de frikis a los que quiere puñetear

Un tío que se ha pasado horrores con las pastillas de espinacas y tiene un color verde horroroso vive fuera de un pueblo que es como la frikilandia podemita con profundas raíces iraníes y venezolanas. El chamo maquina la manera de robar todos los regalos de Navidad porque le sale de los mondongos pero cuando lo ha hecho, como que se arrepiente y le sale el cagao que todos sabíamos que llevaba dentro y hasta los devuelve y se hace amigo de una niña repelente de esas que lo mejor que le puede pasar a la sociedad es que alguna enfermedad desaparecida desde hace décadas se la lleve por delante porque sus padres no la quisieron vacunar. Y claro, como esto es una película también para menores, pues todos sabemos que no habrán tocamientos.

Como película de animación, es fabulosa, sobre todo por los colores alegres que tiene y por lo bonito que se ve el invierno en ese poblacho, que en la realidad cuando nieva es siempre un desastre de que te cagas, al menos en Holanda. El guión tiene tropezones, no consiguieron mantener el nivel de calidad durante toda la película y se nota. Hay escenas que están estiradas como el chicle y otras que directamente las podrían haber quitado. Pese a eso, entretiene y de cuando en cuando te echas una risa. Al elegir como protagonista al que supuestamente es el malo de la peli, tienen que hacer malabarismos para que nos caiga simpático y en esas escenas es cuando decae el ritmo, cuando tratan de que nos guste ese tipo que es un rastrero que no veas y que precisamente esa es su principal virtud. Metieron animales y cosas así por aquello de encandilar a los niños sin edad de discernir un cura de un criminal y como sucede siempre, esas escenas no aportan nada pero a los chiquillos les encantan. No hay ni un solo número musical, lo cual puede ser una ventaja para algunos.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos o incluso un sub-intelectual con GafaPasta, esta es la época del año en la que te sacrificas y llevas a las bestezuelas frutos de tus errores al cine para ver si las cansas y se acuestan antes. Este es el tipo de película al que puedes ir con ellas. O eso, o esperas a que la pongan por la tele en navidades dentro de un año.




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