El segundo


En prácticamente todas y cada una de las culturas existentes, el primero, el ganador, es el que cuenta. Esto es así desde siempre y por eso la historia se escribe alrededor de ellos y la importancia se pone siempre en el primero o en la primera y hasta algo tan banal como ser el mejor blog sin premios en castellano tiene su cosa, ya que me podrían haber dado un premio y joderme la racha, algo difícil teniendo en cuenta que no he participado en concursos de ningún tipo ni lo haría y soy de los que, de pertenecer al gremio del cine, si me nominaran para algo, rechazaría o declinaría la nominación, que no me queda claro si puedo usar el verbo declinar, que significa rechazar cortésmente una invitación, porque es más que probable que no fuera cortés y al parecer esa palabra es fundamental en el significado del verbo declinar. Todos se acuerdan de sus primeras veces de muchas cosas, tu primer vuelo en avión, tu primer día en el colegio, tu primera borrachera, tu primera vomitona o la primera vez que tupiste un retrete y te sentiste tan orgulloso de lo que habías conseguido con tu propia mielda. De la misma manera, tenemos los primeros avistamientos, que unas veces son fantásticos y en otras te permiten atesorar Un montón de material para pesadillas antes de ir a jiñar.

Sin embargo y aunque no las tenemos en cuenta, hay segundas veces que son muy especiales y aún más fabulosas que las primeras.

El domingo comenzó como un domingo cualquiera. Me levanté, me senté en el trono en mi keli y eché un gran jiñote, controlé mi peso tras esa considerable pérdida de masa, preparé y me jinqué mis Pannenkoeken, que mis rituales de desayuno de sábados y domingos están muy pero que muy asentados y forman parte fundamental del día. Me duché, me vestí, salí a caminar, tomé el sol en el jardín y por la tarde tenía reservada una entrada para ir al Cine, templos que ahora que están abiertos son de obligada visita para mí. Ese día iba a ver un documental de dos horas y media, lo cual hasta me asustaba porque después de tantos meses sin ir al cine, no sabría si podría mantener la presión sobre la almorrana durante tanto tiempo. Salí de mi casa con unos minutos adicionales para pasar por el super, llegué al cine, busqué mi asiento y comencé a disfrutar de la película, de la que supongo que hablaré en dos o tres semanas. Estábamos más o menos a mitad de camino cuando lo noté, una ligera presión, un suave aviso, un telegrama desde las entrañas avisándome que ese día iba a ser uno de los julays más afortunados del universo y tendría un SEGUNDO JIÑOTE, un suceso especial y por raro, muy apreciado, porque con lo que como y con la cantidad de ejercicio que hago, no es muy raro, es rarísimo rallando en lo milagroso que me quede substancia en algún lugar dentro de mí para amasar y macerar un segundo jiñote. Salí del cine más contento que un truscolán o podemita con una subvención nueva, prácticamente volé hasta mi bicicleta y regresé a mi keli contento porque sabía que al llegar, podría sentarme por segunda vez en el trono y escribir historia, con un día bendecido con no uno, sino DOS JIÑOTES.

,

8 respuestas a “El segundo”

  1. Yo tambien soy de jiñada única al dia, de lo cual me alegro mucho, una de las cosas que mas me fastidia es limpiarme el culo, que asco coño!!!
    Salud

  2. En serio? le dedicas un post a tu segunda cagada en un día?
    Genín: ese comentario y la imagen que evoca NO es agradable!

  3. Genín, es que esta pretende que creamos que ella no jiña, que lo suda o lo eructa con delicadeza como si fuera una geisha de esas. Seguro que si su trono hablara, contaría la de veces que lo ha trancado.

  4. Virtu, reconoce que si el «comequesoscongofio», suprimiera de sus comentarios lo escatológico, avistamientos, y en general su fresco y humanísimo lenguaje por demás contemporáneo, seria una verdadera pena, y seguramente, un verdadero coñazo ¿No?
    Salud

  5. No, lo que tiene que reconocer es QUE JIÑA COMO TODOS Y TRANCA RETRETES COMO CUALQUIER CRISTIANA, eso es lo que tiene que reconocer. ¡TÚ TAMBIÉN CAGAS! o mejor aún #TÚTAMBIÉNCAGAS