Emily en París – Emily in Paris


Vamos a evolucionar y probar algo nuevo. Como solo comento tres películas cada fin de semana, vamos a añadir una serie, que en principio intentaré que sea de las que acabo de terminar de ver pero en este caso es una de las cuatro que se me quedaron en la cola en aquellos obscuros tiempos en los que los cines estaban cerrados. También he creado la categoría Series TV para todas las series de las que ya he hablado. Esta es una comedia ligera e insubstancial de una pava y que ponen en la plataforma esa digital y tal y tal de la eNe. En inglés se titula Emily in Paris y en español el traductor hizo un esfuerzo apoteósico para cambiar una sola vocal y se conoce por Emily en París.

Una julay gringa es destinada a la oficina de París y allí se pasa el día montando pitotes con sus colegas bárbaros locales y soñando con que se la empete el vecino de abajo, que siempre que la ve se quita la camisa para enseñarle los pezones duros como grafito.

Esta es una comedia que bascula siempre sobre como te pierdes en la traducción cuando te metes en otra cultura muy distinta a la tuya. Aquí tenemos una gringa, muy influenser y todo lo demás, que llega a una empresa con décadas y en la que todo se hace de una manera concreta y ella trata de imponer sus maneras. A su alrededor un sólido equipo de actores franceses que le dan el contrapunto a la gringa y con los que nos descojonamos en muchas ocasiones. Se ve a la legua que es la visión que tienen los gringos de los franceses, que si la serie la hicieran los españoles, el tono sería muy diferente y ya ni te digo si la serie la hacen los holandeses. Los franceses son como personajes de cómic, con rutinas muy marcadas y con una mala baba legendaria que le va muy bien a la serie y contra la que siempre choca la tonta de la gringa y después consigue superar el problema, que la serie repite episodio a episodio la misma rutina, pero siempre te ríes. Entre los personajes secundarios, el vecino del que se encoña es fantástico porque parece sacado de otro universo, ella se monta su película sobre él y en dos frases de una escena, él se la desmonta.

Esto es entretenimiento que no requiere ni siquiera del uso de partes profundas del cerebro, con lo que es un producto ideal para el verano y puede hasta gustar a los menos brutos de los miembros del Clan de los Orcos. No creo que interese a los sub-intelectuales con GafaPasta.