Esta semana veía Dune por séptima vez en el Cine, que es el único lugar en el que veo las películas que se han hecho para ese medio y si he reducido el ritmo, es más bien porque ahora las sesiones siempre son por la noche y la perspectiva de saber que tras la peli tengo veinticinco minutos en bici a la media noche con lluvia o poquísimos grados, eso me quita las ganas y al final no voy pero esta semana tuvimos una sesión que acababa a las ocho y media. La primera vez que vi Dune, todo era nuevo y desconocido y aunque aluciné en colores y me gustó, no hubo un momento en el que me emocionara, algo que en muchas ocasiones me sucede en los sucesivos visionados en los que ya sé lo que está por venir. Lo curioso es que el momento que me arranca una lagrimita y ese en el que la película alcanza para mí el instante más humano, seguramente es uno que aquellos que la han visto una vez lo pasaron sin pena ni gloria. Sucede después de que los Atreides han sido traicionados por el puto chino y Paul y su madre son conducidos al desierto para dejarlos morir allí. Ellos se escapan, hay unas movidas que no voy a contar y a la mañana siguiente, los encuentra Duncan Idaho. Ese instante, cuando el viene corriendo hacia ellos, se para informarles que el duque ha muerto y ellos le dicen que ya lo saben y él se pone de rodillas delante de su nuevo duque, para mí es el mejor momento de la película, el instante en el que se concentra gran parte de la emoción y quizás para los que no hayan leído el libro, no tienen idea de lo importante que era la lealtad entre los súbditos del duque. Al parecer harán la segunda parte del libro con lo que podremos conocer toda la historia del primer libro pero no creo que sigan con los otros cinco libros, en los que Duncan Idaho, vuelve a aparecer, que fue uno de los primeros clones literarios de la historia de la ciencia ficción.

Recuerdo que con Harry chapaPotter y su última película, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2 – Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 2, me sucedió lo mismo, hay un momento, cuando Hogwarts está siendo atacado y están defendiendo el puente en el que las estatuas tratan de defenderlo. Ese instante para mí fue lo mejor de la película o en Vengadores: Endgame – Avengers: Endgame el instante con todos los portales abriéndose y Capitán América descubriendo que todos han venido a ayudar.

En las series de televisión, en donde el contenido se desparrama por una serie de episodios, esto es mucho más difícil, no hay un momento claro en el que todo nos lleva a ese punto y en los libros, ahí sí que podemos tener uno o varios de esos momentos en un único libro y cuando paso por alguno de ellos, a veces retrocedo un poco para volver a disfrutarlo.