Excursión a Hoa Lu y Tam Coc


El relato comenzó en El salto a Hanoi

Para mi primer día completo en Vietnam escogí hacer una excursión a un par de lugares cercanos a Ninh Binh, a ciento y pico kilómetros de Hanoi por la autopista 1. Mis planes raramente están muy definidos al llegar a estos destinos y lo que marcó el cambio de rumo fue que el día 30 de abril los vietnamitas celebran la victoria, reunificación o liberación según se mire del país. El 1 de mayo tienen también la celebración del día de los trabajadores y esto lo convierte en el puente más importante del país y que terminó afectándome ya que no conseguí alojamiento para ir a Cat Ba y tuve que improvisar. Los del hotel me apuntaron en una excursión y a la mañana siguiente, a las ocho menos cuarto me recogían en una guagua petadísima de gente y en la que yo fui el ultimo en entrar. Enfilamos hacia el sur para hacer dos horas. Media de carretera. El conductor era un suicida y pasábamos más tiempo en el carril contrario que en el nuestro. El tío pitaba continuamente.

El trafico en Hanoi y alrededores no se puede explicar. Hay que vivirlo. No parece que existan reglas y el tamaño importa mucho. Las carreteras no están en muy en estado y a n tramo excelente le puede suceder otro como de camino de cabras. Los baches debían ser orificios de ventilación del infierno. Nos llevaba una guía muy simpática con un cutre-inglés que no entendía nadie y aunque la mujer ponía empeño, no cuajaba en sus clientes. A mitad de camino se detuvieron en el típico lugar en el que con la excusa del baño te tratan de vender de todo. Tenían casi que los mismos recuerdos que se pueden comprar en Myanmar, Camboya o Tailandia con lo que debe ser cierto eso de que el mudo es una aldea global. La temperatura exterior iba en aumento y para cuando llegamos a Hoa Lu era de cuarenta y dos grados.

En Hoa Lu salimos de la guagua y fue com meterse directo en un sartén. Sudabas desde el primer nanosegundo y todos fuimos directos a un puesto en el que vendían agua para aprovisionarnos con botellas adicionales. El precio de medio litro es de 10000 Dong que equivalen a treinta y siete céntimos. Hoa Lu era en el siglo X (equis) la capital del reino de Vietnam, el cual se llamaba por entonces Dai Co Viet. Aunque los Palacios reales llevan siglos desaparecidos hay unas replicas del siglo diecisiete de los templos originales. Están en un valle lleno de campos de arroz y colinas calizas. Allí visitamos dos templos, primero el Den Dinh Tien Hoang dedicado al rey del mismo nombre y aquí merece la pena matizar que los vietnamitas distinguen entre templos y pagodas. Los primeros suelen tener imágenes de reyes y los segundos son budistas. Pese al comunismo, esta gente sigue visitando los templos de grandes reyes de la antigüedad y les hacen ofrendas y piden favores. En el templo hay una figura del rey y sus tres hijos. Por mucho que lo adoraran un asesino lo mató a él y a sus dos hijos mayores mientras dormían una borrachera. El segundo templo está relacionado con esto y se llama Den Le Dai Hanh por el general que al parecer se pulía a la reina y que después del follón que se montó tras la muerte del marido de la chama, se proclamó rey, se casó con ella y hasta tuvieron tres hijos más. Los templos no me parecieron particularmente espectaculares pero mi percepción está muy influenciada por Bagan y Angkor Wat, lugares que son infinitamente más espectaculares.

Dentro del complejo de los templos hay vendedores de todo tipo que no se cansan de ofrecerte sus productos. A ser domingo y en medio de un puente, nos topamos con mucho turista vietnamita ya que como dije, la gente es muy devota de los viejos reyes. Al acabar el paseo nos dirigimos a Tam Coc pero eso lo cuento otro día que es tarde y mañana tengo que madrugar para volar a otro lugar de Vietnam ??

El relato continúa en La magia de Tam Coc

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6 respuestas a “Excursión a Hoa Lu y Tam Coc”

  1. Solo por las fotos que mandó ayer VALIO LA PENA. Hasta yo me metería en ese autobús petado de gente sudada por ir a ese sitio. Sigo sin palabras.

  2. No mezclen las cosas. Las fotos de ayer son de una parte del relato que dada mi velocidad legendaria de escritura saldrá Dios sabe cuando y el crucero en Halong Bay era de cuatro estrellas puro-lujo Meri. Ahí me llevaron en un micro Mercedes fastuoso

  3. A mí el calor me gusta más que el frío; lo soporto mejor. Y, por supuesto, igual que Virtuditas, me montaría en cualquier cosa (mejor si no es un avión) para ver ésas maravillas que estás fotografiando. Estoy disfrutando mucho con ésas fotografías.