Goodbye Stranger


Debemos estar en temporada de pelis neerlandesas raras porque me he visto un montón de ellas y la de hoy fue otra de esas que llegó a la cartelera como por sorpresa, nunca supe que estaba por estrenarse o vi el tráiler o ni siquiera supe de su existencia. Creo que además la vi unos días antes del estreno oficial en el país, aunque ya había recorrido algunos festivales. En la sala, como suele ser habitual, éramos tres gatos, que este tipo de cine no atrae gente. La película se titula Goodbye Stranger y a España no llegará nunca, ni siquiera con el adecuado título de truscoluña no es nación.

Un julay quiere una nueva chamba y todos a su alrededor quieren otra cosa.

A un pavo que trabaja en algo de radio musical o algo así le quieren ofrecer un trabajo en Londres de la misma cadena. Su novia ya ha hecho todos los planes para irse pa’llá y cuando el chamo va a la oficina, tiene un accidente de bici en Ámsterdam y llega malamente. Allí se entera que hay otro candidato al puesto, pero toda su familia y amigos están convencidos que el trabajo es suyo y él no puede decirles que aún no lo ha conseguido. Durante las siguientes horas, va a una fiesta, se pelea con la novia, acaba en una sala de conciertos, lo echan por violento o algo así, se vuelve a encontrar con un novio viejo que tuvo, termina en una celda en la policía y vuelve a su keli, ya sin novia. Todo un carrusel de actividades en unas veinticuatro horas.

Esta peli dura ochenta y dos minutos y no le sobra ni le falta ninguno. Es extremadamente ágil, todo sucede con velocidad y eficiencia y la historia va evolucionando continuamente, aunque lo que sí que permanece constante es la sensación de soledad del protagonista, que todos, su familia, sus amigos, su novia, todos, tienen claro cuál será su futuro menos él mismo, que se ve en ese torbellino de hechos constatados por terceras partes y no sabe muy bien qué hacer. La película tiene una fabulosa banda sonora, con una selección musical exquisita y es un gustazo ver un montón de lugares de Ámsterdam que reconozco perfectamente, incluyendo el café que está enfrente del multicines en el que yo la estaba viendo, junto a Leidseplein. Tengo que reconocer que Martijn Lakemeier está fabuloso, lo he visto en varias películas neerlandesas serias y siempre ha quedado bien, es capaz de transmitir a la cámara un montón.

Esta fue una sorpresa que por supuesto, está totalmente vedada a los miembros del Clan de los Orcos, aunque muchos sub-intelectuales con GafaPasta la apreciarán.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.