Hasta hace mismamente un rato yo estaba convencidísimo que he visto todas las pelis de esta saga pero acabo de descubrir que hubo una cuarta que de alguna manera se me quiso de escapar, así que esta es la cuarta peli que veo, siendo las anteriores Insidious, Insidious 2 – Insidious: Chapter 2 e Insidious: Capítulo 3 – Insidious: Chapter 3, que no veas como se lo curraron con los títulos de todas esas, que parece que por fin le han echado algo de originalidad y la nueva se llama Insidious: The Red Door y en España se estrena en dos semanas como Insidious: La puerta roja y no, no se refieren a la ministra esa comunista más tonta que el capullo de una polla.

Un julay con sobredosis de hormonas por culpa del pajote abre una puerta a truscoluña y está que se caga por las patas pa’bajo.

Han pasado años o algo así, los Warren se han deseparado y él está como acarajotao, como si le hubieran obligado a atender un curso buenista del ministerio del sí es sí con los violadores en la calle para que sigan violando, que es una profesión digna. El hijo está talludo y se va a la universidad a estudiar artisteo y por culpa de una profesora mística que tiene, se le descompone la hipnosis que le hicieron para que lo olvidara todo y de repente, fantasmas lo están acosando como podemitas y truscolanes a la gente decente. Lo que él no sabe es que al padre también le está pasando y al final ambos tendrán que viajar al Más Allá, a truscoluña y luchar para cerrar esa puerta de portabultos por donde se les está colando toda esa chusma y gentuza de la peor.

Está mal que lo diga pero yo me lo pasé super-hiper-mega bien y me llevé un montón de sustos, que en uno hasta se me escapó un grito desgarrador porque llegó antes de que culminara con mis ejercicios preparatorios para absorber sustos. La peli se mueve en dos escenarios. Tenemos al hijo en la universidad con todas las movidas al abrir la puerta y ayudado por una pava que no se sabe muy bien si quiere ser su amiga o que se la empete hasta los pelos de los güevos y por el otro lado con el padre en su keli y que va descubriendo que su vida en los últimos años es una mentira que no veas. Esta la ha dirigido Patrick Wilson, que casualmente es también el protagonista. Es cine de terror y lo único que buscamos es que nos cuenten una historia y nos asusten unas cuantas veces y lo consiguen. Curiosamente, creo que en la peli no llega a morir nadie, al menos no como consecuencia de las circunstancias que suceden allí y sin embargo, da miedo.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esta es una oportunidad de llevarte a tu hembra y magrearla a conciencia. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, como que no, no es lo tuyo.