O más bien, el islote, que la superficie total es de unos cientos de metros cuadrados, con lo que de isla tiene bien poco y en realidad, son dos, aunque desde esta perspectiva no se puede apreciar pero la parte baja que está a la derecha está separada por las aguas del océano de la otra. La llaman el islote tiburón porque desde allí se pueden hacer excursiones de buceo y snorkel para, con muchísima suerte, ver alguno de los susodichos, algo que para muchos es como hiper-mega-especial, que no para mí que me he jartao a ver tiburones en un montón de sitios. Este peñasco en el mar no tiene ninguna playa bonita en la que descansar, es puramente piedra.
Una respuesta a “La isla tiburón”
O sea, que el nombrecito no se lo merece…
Salud