La letra de chocolate


Como se dice y se confirma que todo ya está escrito, hace casi diez años hablaba por aquí de una Sinterklaas chocoladeletter, aunque con la debacle y la traición sucia, rastrera, podemita y truscolana del flickr, la foto de esa anotación, como tantas miles de fotos, se perdieron. El cinco de diciembre se celebra en los Países Bajos Sinterklaas, o San Nicolás de Bari y este santo es el que inspiró el Papá Noel de los gringos. Aquí, la tarde-noche de ese día, es cuando en las familias se dan regalos, sería el equivalente al día de Reyes español, ya que la tradición de regalar en navidades se ha ido imponiendo en el país por las multinacionales y las cadenas comerciales. Una de las costumbres locales, que todavía se respeta, es regalar una letra de chocolata, a ser posible con la inicial del que la recibe, pero en mi caso, con la confusión de conocerme como il Scelto, de Uitverkorene, el Elegido o the Chosen One, optaron por la letra E, que aparece en todas las versiones de mi nombre, aunque también podrían haber elegido la letra O y seguirían jugando sobre seguro. Ayer en la oficina, me regalaron la letra, que es la que vemos en la foto. De mis tiempos con mi primera multinacional del país del sol Naciente, todos sabemos que me compraban una letra con el peor chocolate que podían conseguir, la más barata que había en el mercado y a ser posible, con chocolate caducado, que mira que eso es difícil. Algunas de esas letras eran tan duras que se te podía romper el alma al intentar comerlas, así que ayer, cuando me dieron mi letra, flipé porque venía de una empresa que hace helados, pasteles y chocolate y me molesté en ir a su página güé y mirar el precio y aluciné, esto es un puro derroche, casi nueve leuros en chocolate. En la empresa además, como que le estampan la letra en la cara a podemitas, truscolanes, musulmanes y toda la miasma, que en la letra aparece el gorrillo de obispo católico, que el pavo era obispo y si a alguno le molesta el motivo religioso, que no se la coma y que le den por el orto.

Hoy, me junté con mis vecinos y la mucama y partí la letra en cuatro trozos y allí todos fliparon con la calidad del producto, es que como mañana vea en la oficina alguna sobre los escritorios de los colegas, la traspapelo y la guardo en mi mochila.

Esta semana, entre el viernes negro, el lunes de pasión y Sinterklaas, estamos en la temporada más altísima de compras en los Países Bajos y tras el seis de diciembre, básicamente comienzan las rebajas porque ya nadie compra nada, lo único que queda por delante son las comidas navideñas, que no implican regalos de ningún tipo.

Sinterklaas, en el pasado, venía acompañado de Pedro el Negro, algo que todos sabemos porque leímos y estudiamos Sinterklaas y Pedro el Negro, aunque ahora los tiempos han cambiado y nosotros no podemos ir a un país de joputas-terroristas-musulmanes-de-mielda y ponernos un brazalete o la ropa que nos salga de los mondongos, pero nosotros, en nuestra tierra, tenemos que respetar a esa gentuza y miasma de lo peor y ahora ya los niños no se pueden pintar la cara de negro, ni poner pelucas negras, ni hacer nada que pueda ser considerado racista, así que ahora los Pedros que acompañan a Sinterklaas son una pálida sombra de lo que fueron, aunque siguen habiendo rebeldes, sobre todo entre los estudiantes universitarios y el otro día por la calle me crucé con un grupo de unos diez y todos llevaban la cara pintada de negro y con pelucas del mismo color. Supongo que a más de un progresista se le bajó la tensión al verlos.

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5 respuestas a “La letra de chocolate”

  1. Es impresionante la letra, no me extraña que la partieras en cuatro trozos, pero lo si tu nombre empieza por F, por que te regalan una E.

  2. Pues a mi también me vendría bien como primera letra de mi nombre y me la zamparía de inmediato 🙂
    Salud

  3. montse, seguro que era una F pero al retirar el molde se les escurrió el chocolate por abajo 😉
    Ayer empecé mi cruzada para conseguir cesta navideña este año, que la lotería que nos regalan está muy bien, pero la cesta siempre hace ilusión.

  4. Virtuditas, seguro que no.

    Montse, aquí se hacen las cosas con tiempo. Es seguro que hicieron el encargo de las letras en el verano o antes y como yo empecé el 19 de septiembre, ya era muy tarde, así que la dulcería añadió letras al azar. En mi otra empresa, que iban a lo barato, compraban a granel y te podía tocar cualquier letra. A los que entramos en septiembre, octubre y noviembre nos tocaron a boleo, a los otros, las letras venían con una pegatina con el nombre del julay y la letra correspondía con la inicial del nombre. Recordemos que el día 19 de septiembre en el que empecé a trabajar, era el último día para elegir cesta de navidad