La visita navideña a Gran Canaria


En los últimos tres años, mi tradicional regreso a casa como el de las muñecas de Famosa, ha sido usando la ruta portuguesa, desde Amsterdam a Lisboa y de allí a Gran Canaria. Este año es posible que esa ruta cambie porque han puesto unos precios prohibitivos. Este viaje lo tengo muy pero que muy desarrollado y en realidad comienza la noche anterior, ya que me quedo en un hotel junto al aeropuerto por culpa del equipaje facturado, que tengo que estar en el aeropuerto a las cinco de la mañana para deshacerme de la dichosa maleta. Este año, FlyTap no permitía elegir asiento a menos que pagaras y me pusieron asiento de pasillo en los dos vuelos de ida, con lo que no tuve necesidad de hacer vídeo para el Ancestral. Por culpa de las condiciones meteorológicas en Portugal, el avión salió con retraso y mi conexión en Lisboa, que era de cincuenta y cinco minutos, se convirtió en una de veinte y según salí del avión me hicieron correr a la puerta de embarque del siguiente, aunque no me quejo porque todo salió de rositas. De lo que sucedió en Gran Canaria mejor corremos un velo y el uno de enero, como en años anteriores, tenía previsto el regreso y en esta ocasión, el Ancestral tuvo más suerte que un podemita con una subvención venezolana y me asignaron en el primer avión asiento de ventana. Gracias a ese golpe de suerte hay un vídeo que cubre el despegue en Gran Canaria, que hicimos con tiempo del sur y en la dirección opuesta a lo que es normal por allí y tenemos también el aterrizaje en Lisboa. El avión despegó con dos horas de retraso por culpa de una niebla en Lisboa que les complicó el día. Por suerte tenía tres horas de tiempo entre los vuelos y no llegó a afectarme, pasé por el aeropuerto sesenta minutos y después seguí mi ruta. Cuando llegué a Amsterdam, mi maleta salió la penúltima, que parece una tradición lo de hacerme esperar. Pesaba veintitrés kilos exáctamente y todo, todo, todo en la misma era comida. Además llevaba unos doce kilos más en la bolsa de mano, también de comida. Para cuando salió mi maleta tuve que esperar veinte minutos al siguiente tren, después perdí la conexión con la guagua a mi casa porque cambiaron la parada de sitio en la estación de Utrecht durante las navidades y tuve que esperar también quince minutos y entre pitos y flautas, salí sobre las diez de la mañana de la keli de mi madre en Gran Canaria (once para los godos) y llegué a mi keli en los Países Bajos a las doce y cuarto de la noche (una hora menos en Canarias). Fue un palizón. Al entrar en mi casa lo primero fue encender la calefacción y lo segundo fue vaciar la maleta y la mochila y poner toda la comida en la nevera o el congelador, si era necesario.

Sobre el vídeo que estamos a punto de ver, decir que la canción es el Hung Up de Madonna y comentar como si dijéramos que me tocó ventana pero las filas no parecen alineadas con las ventanas y tuve que grabar el vídeo poniendo el teléfono en posición vertical, que era la única manera de no tener la mitad de la pantalla ocupada por la pared del avión. En fin, que a caballo preñado no le mires el dentado (o algo así):

,

3 respuestas a “La visita navideña a Gran Canaria”

  1. Como expliqué, por la posición de la fila respecto de la ventana, que estaba más bien por detrás de mí, no podía poner la cámara en horizontal a menos que enfocara la mitad de la ventana y el resto pared y entonces la cámara enfoca la pared y no ves una mierda por la ventana. Era o esto o nadita de nadita de nadita de nada.