Lo de hoy es algo que lleva macerándose meses pero siempre me olvido de la existencia de estos dos vídeos y no los pongo por aquí, aunque los grabé con el propósito bien determinado de añadirlos a la colección de curiosidades neerlandesas del mejor blog sin premios en castellano. Desde hace unos años, en la ciudad de Ámsterdam, entre los meses de diciembre y enero, cuando mayormente es siempre de noche, se hace un festival de luz en los canales, una manera como otra cualquiera de sacarle un pastón a los turistas que se apuntan a todo. Consiste de una serie de esculturas luminosas, diseminadas por los canales del centro de la ciudad, que se pueden visitar en alguno de esos barcos que dan paseos de una hora. El primer año el festival duró un par de semanas y ahora yo creo que ya dura dos meses, que coinciden con el invierno y trae un pastizal de dinero a la ciudad. En el Herengracht o el Canal de los Caballeros, lo cual excluye a podemitas, suciolistas corruptos y truscolanes, que todos sabemos que son chusma y gentuza de la peor, como los chavistas, en la mismísima puerta de la keli de mi amigo el Turco, en diciembre, pusieron una de esas esculturas luminosas y un día que fui por la keli del Turco antes de pirarme a Gran Canaria para pasar la Navidad, cuando salimos a cenar, los dos grabamos vídeos de aquella cutrada, siendo el mío el siguiente:
Es básicamente una pantalla de teléfono gigantesca de los de la manzana mordida y podrida, esos que le molan tanto a una que ya es prácticamente ex-comentarista y en la susodicha pantalla asoma y se esconde un kabezón, que yo creo que viene a ser Puerkagón cuando iba en el portabultos. La verdad, la verdad, personalmente pienso que pagar más de veinte leuros para que te den un paseo y ver cosas así es un atraco a mano armada, pero soy el único que piensa así, que hay miles y miles que flipan con esto.
En diciembre del año pasado, en la ciudad de Utrecht, alguno pensó que habiendo tanto tonto en el mundo era una lástima no esquilmarlos y montaron no uno, sino dos festivales. Uno de ellos se llama I Light U, con la letra final usada en la misma tipografía que usa el ayuntamiento y que se puede traducir como truscoluña no es nación y que era un festival que salía desde la estación central de Utrecht y después hubo otro llamado Kleur de stad o también truscoluña no es nación o en su defecto, colorea la ciudad, en el que siete edificios alrededor del Oudegracht, el canal que es la arteria del centro histórico, son coloreados usando proyectores y con diseños que la gente envía y después hay un concurso o algo así y se elige a los ganadores. En el penúltimo día antes de pirarme pa’ Gran Canaria, volviendo del cine, paré e hice el estremecedor vídeo de la proyección del edificio que está más al sur.
Por supuesto eligen edificios con arquitectura típica neerlandesa y si soy inmodesto y para nada sencillo, esta idea me parece mucho mejor que la de las esculturas de luz, al menos aquí se resaltan obras que existen y que están en la ciudad todos los días del año. El vídeo podría haber continuado porque aquello no se repetía, pero es que me aburrí y me piré.
Una respuesta a “Luz en la época de la obscuridad”
Para adultos es una horterada, pero los niños en el edificio de una juguetería, viéndolo, fliparían en colores… 🙂
Debo confesar (Porque me da la gana) que a mi me encantan los colorines… 🙂
Salud