Mi primera vez en Kandooma Thila


Hay inmersiones especiales y la que vamos a ver hoy es una de ellas. Fue mi primera vez en Kandooma Thila, lugar al que bajé hasta en cinco ocasiones durante la semana que pasé en Guraidhoo porque es el equivalente a una montaña rusa épica y legendaria en un parque de atracciones. Esta primera vez fue el día de luna llena, con la corriente más fuerte de lo normal y con tiburones, un montón de tiburones. Un documento tan estremecedor y espeluznante solo podía tener una banda sonora, la canción Malo de Bebe.

En la inmersión, los peces usaban nuestras burbujas para limpiarse y aproveché para salir y chupar cámara, como se puede ver clarititamente. Después la corriente nos arrastra hasta que nos agarramos a un fondo precioso y comienzan a pasar los tiburones mientras yo hago lo imposible por no perder el agarre mientras con una mano sujeto la cámara para tener este documento histórico. Hay momentos con uno y hasta con dos tiburones o más. Atentos al momentazo en el segundo minuto y medio cuando un grupo llega buceando arrastrados por la corriente que igualmente se los lleva y ellos tratando de volver para pasar un ratito más con el tiburón que estaba a nuestro lado. Justo antes del tercer minuto hay un tiburón que llegó tan cerca que nos podía haber pasado el virus corona. Esa preciosidad es un tiburón gris de arrecife y solo ataca a los truscolanes. Casi al llegar al tercer minuto y medio tenemos una raya águila, de las que están por venir vídeos alucinantes.

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2 respuestas a “Mi primera vez en Kandooma Thila”

  1. mejor de los tiburones blancos asesinos, eso sí, primero llevarlos a dentistas para que les afilen los dientes y puedan hacer mejor su trabajo.