Nymphomaniac: Volume 1


Hay directores de cine que me producen una alergia extrema. Casi siempre es producto de algún pallufo en su carrera que me afectó enormemente y que tengo tan presente en mi cabezón que me hace evitarlos en futuras historias. Un buen ejemplo de ese tipo de directores es Peter Jackson, un tipo al que si ponen a dirigir alguna de las nuevas películas de la Guerra de las Galaxias, seguramente me obligarían a pasar de la misma ya que no soporto su maniqueísta y estúpida forma de contar historias, ya que no sé como lo hace pero siempre acaba produciendo panfletos de orgullo julandro. Otro de esos directores es Lars von Trier, aunque en el caso de este hombre sigo dándole alguna oportunidad de cuando en cuando. Recuerdo que hasta Dogville lo tenía en un pedestal y se calló del mismo estampándose con Antichrist – Anticristo, película que consiguió un CEROLO en ésta la mejor bitácora sin premios en castellano. Después de eso entró en el dique seco y hasta el pasado viernes seguía ahí. Decidí darle una oportunidad a la historia en dos partes que se ha estrenado en cines y fui a una sesión doble con ambas películas y veinte minutos de descanso entre ellas. Hoy nos centraremos en Nymphomaniac: Volume 1, la cual se estrenó en España el día de Navidad.

Una julay más caliente que el horno del asadero de pollos de la calle Naval le cuenta su vida a un vejete

Un chamo se encuentra en la calle a una pelleja a la que parece que le han dado un palizón del copón y que no quiere que llame a una ambulancia. Se la lleva a su casa y allí mientras descansa y se recupera ella le va contando la historia de su vida, la cual está marcada por su necesidad enfermiza de sexo. A través de la historia, descubriremos que esta mujer es una amargada que no veas.

Después de haber leído críticas sobre la película, lo que sí que tenía claro es que pese a alguna escena de sexo explícito, no es una peli porno así que no me llevé el disgusto del año como le sucedió a otros que esperaban ver más escenas fuertes y menos diálogos. En la forma en la que está concebida la historia me recuerda a Dogville, por supuesto salvando las distancias. Los diálogos entre la adicta y el vejete son fabulosos y funcionan espléndidamente. No se puede decir lo mismo de los diferentes segmentos en los que vamos descubriendo su vida, ya que algunos son más afortunados que otros, aunque pese al dramatismo, hay varios momentos para reírte. La escena del tren es cándida y de alguna manera retorcida alegre, con la piva follando tíos a destajo. La parte en la que se enamora de Jerome a mí me aburrió enormemente pero por lo general la historia se mantuvo con un buen nivel y te hace salir del cine con ganas de continuar con la segunda parte. Particularmente no creo que haya demasiado sexo en la historia y si no fuera porque vivimos en un mundo de puritanos, seguramente ni se hablaría de esas imágenes, que encajan perfectamente en la historia. Me encantó el trabajo de Stellan Skarsgård y Charlotte Gainsbourg y creo que Shia LaBeouf solo volvió a demostrar que no vale para nada como actor y que debería regresar a las películas de la saga Transformers en las que al menos los efectos especiales esconden su notoria falta de talento.

No es el tipo de cine que pueden entender o apreciar los miembros del Clan de los Orcos y pese al título, harían bien en mantenerse lejos de los cines en los que la están dando. Sí es cine para sub-intelectuales con GafaPasta. Para el resto, cine de filmoteca, así que vete a verla solo si sabes en qué berenjenal te estás metiendo.


2 respuestas a “Nymphomaniac: Volume 1”

  1. Pues quien lo diría. Por lo que se ve en los trailers te quedas con la idea que la película va a ser sexo, sexo, sexo y si les sobra tiempo a lo mejor hasta algo de diálogo. 🙂