Cuando me puse a contar los islotes que aparecen en esta foto, nunca llegué a aclararme con la cantidad, calculo que aparecen unos doce. Todos, independientemente del tamaño, tienen algo de vegetación y probablemente lo que los hace tan especiales es la forma, el tamaño no muy grande, la abundancia de los mismos y la manera en la que están repartidos en un área determinada. Por suerte, todas esas cosas pero particularmente el tamaño no muy grande son los que han conseguido preservarlos hasta nuestros días más o menos intactos.
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La semana pasada en Distorsiones
Después de pegarme el currelo de comerme todo lo que tenía congelado desde tiempos ancestrales estuve Reabasteciendo el congelador y llené la anotación con un montón de fotos de todo lo que hice. Tampoco se puede decir que me muerda la lengua y prefiero escribir lo que pienso y sigo Buscando un método efectivo para cribar, aunque los accidentes de coche que presencio con relativa frecuencia me parecen un buen sistema.
Yo siempre quise ser como una sirena cuando estaba en el mar y para conseguirlo la próxima vez que vaya a visitar al pescao Nemo y sus amigotes ya me he comprado Una ayudita.
En Avisándote desbarro sobre las diferencias entre esto y aquello.
Continuamos en la increíble bahía de Ha-Long y esta semana vimos Islotes en la bahía de Ha-Long y como los títulos son casi idénticos seguimos con un Islote en la bahía de Ha-Long y seguimos en el tema con un Islote con construcción en la cima y la cuarta de las fotos fue de Islotes kársticos en la bahía de Ha-Long y acabamos la semana con un espectacular panorama de Barcos junto a un islote en la bahía de Ha-Long
Tuvimos una nueva imagen para la serie de bicicletas, una curiosa toma en la que vemos Cuatro piernas y dos pedales y el peculiar sistema colaborativo en Vietnam. Por supuesto, ya he añadido la foto al Álbum de fotos de bicicletas.
La semana pasada vi seis películas en el Cine aunque la previsión era ir a ver ocho o nueve. Repetí con La serie Divergente: Leal – 1ª parte – The Divergent Series: Allegiant que aunque no es un peliculón, entretiene. Como estoy ya en modo dramático total intentando cuadrar lo imposible, solo comento tres películas por semana y esta semana fue más bien terrorífica, con la fantástica Calle Cloverfield 10 – 10 Cloverfield Lane y la cosa fue de culo con la patética El bosque de los suicidios – The Forest y terminamos con la terrible comedia holandesa Rokjesdag.
El habitual repaso a la comida de la semana con un regodeo visual es el siguiente:
Y así transcurrió la semana pasada.
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Rokjesdag
No me extrañaría nada que ya existan médicos investigando la maldición del abono ilimitado y yo me ofrezco como cobaya siempre y cuando me den café gratis y no tengan la máquina esa que anuncia el julandrón del cluni. La cosa es que como pagamos lo mismo yendo o sin ir al cine, acabamos entrando a todo, todito, todo y así, cosas que por el trailer ya anuncian todo lo peor, no las dejamos escapar y terminamos siendo víctimas de las mismas, como es el caso de la película Rokjesdag, cuyo título se explica en la anotación Rokjesdag en la mejor bitácora sin premios en castellano y que jamás en la vida se estrenará en España, aunque de hacerlo, se debería titular truscoluña no es nación.
Un grupo de julays van a una especie de curso de cocina buscando chimpún
Un montón de hembras que no cogen se apuntan a una especie de evento en el que se cocinan tapas y se conocen machos para ver si encuentran el maromo que las empete hasta los pelos de los güevos. Tenemos todo tipo de hembras, desde las follables a esas que con cristiana misericordia solo podemos catalogar como ¡ZÁS BICHO! y todos tenemos claro como acabará la cosa ya que en el cine, los guapos siempre cogen.
En la escala de estupideces, esta película consigue situarse en lo más alto. El guión es un desaguisado total, con un montón de pequeñas historias que desde el primer plano, el primero, ya sabemos como van a acabar y tenemos que sufrir dos horar para llegar a ese resultado. Un buen ejemplo, entre las historias hay una menopaúsica y uno que estudio con Matusalem. El resto les sacan décadas o siglos. Hay que ser ciego, sordo y mudo para no darse cuenta que acabarán juntos. Y así con todos. La parte de la comedia no llega a funcionar, el drama aburre, las movidas de las hembras son cansinas y en el caso de algunas de ellas solo sirven para darte cuenta de lo adecuado que es el aborto en muchos casos y como habría que eliminar esos renglones que no están torcidos, están cambaos. Esto es como una gran obra de beneficiencia con todos los actores y actrices holandeses conocidos y así todo el mundo recibe un cheque y aguantan otro año más. La película parece diseñada para las hembras, con sus neuras y sus vicios y en algunos casos funciona perfectamente entre esa fauna, aunque en la salida escuché a otras que se cagaban en la puta madre del director y el resto de la producción por aquel tostón. Creo que estoy de acuerdo con ellas.
Para salvaguardar a la humanidad esto no se va a exportar y permanecerá en los confines de los Países Bajos con lo que tanto los sub-intelectuales con GafaPasta como los miembros del Clan de los Orcos están a salvo de este tostón.
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El bosque de los suicidios – The Forest
De siempre se ha sabido que los japoneses, son lo peor de lo peor a la hora de tomar decisiones, son gente rara de vicio pero en lo relativo al cine de terror, son la hostia con ideas maquiavélicas que te ponen los pelos de punta y te clavan las uñas a la butaca. Por eso, una película gringa en la que una pava se mete en un bosque japonés y que parece de terror era una prioridad absoluta y según la pusieron en el cine, fui a verla. Se titula The Forest y en España se estrenó hace casi un mes con el título de El bosque de los suicidios.
Una julay busca a su gemela por el parque de una barriada periférica
Una gringa está preocupada por la desaparición de su hermana y se va a Japón a buscarla. Allí, entra en un bosque supuestamente muy usado para el suicidio y con espíritus malos y malísimos y se desatan todos sus malos rollos interiores.
Esta es una idea muy buena pero llevada de manera pésima. Tiene todos los ingredientes para ser una película de terror que recordaremos toda nuestra vida y sin embargo, se desinfla y acaba en nada. La culpa la tiene la capacidad del director para la nada, para matar minutos sin que suceda nada reseñable y su incapacidad para crear escenas que acojonen. Hay que ser mentalmente muy limitado para no ver los sustos venir con al menos treinta segundos de anticipación y ese grupo se puede contar con algunos dedos de una mano, ya que no son muchos los sustos. El guión es cansino y termina por agotarnos. Natalie Dormer no tiene lo que hay que tener y lo único que deseaba era que muriera lo antes posible y pusieran a otra persona por allí pero claro, en una película en la que mayormente tenemos a dos personas, no las puedes matar para que no se te acabe la historia y nos toca aguantar mongolada tras mongolada. La otra mitad de la ecuación es Taylor Kinney, totalmente incapaz de actuar, una negación absoluta de la palabra actor. El colega no es malo, es pésimo y deberían poner carteles con su foto en todos los estudios para que nadie lo contrate ni por error o convencerlo para que se haga modelo. Con una actriz mediocre y un tipo que no es actor, la cosa no va bien. Lo peor es que tal como acaba la película, estos amenazan con hacer segunda parte.
Es un tostón tanto para los miembros del Clan de los Orcos como para los sub-intelectuales con GafaPasta. Tostón para todos por igual.