Yo estaba angustiadísimo pensando que igual no llegábamos a este hito histriónico, histérico y hasta histórico y que sucede después de aquel otro que ocurrió a finales de agosto y que celebramos en Tres mil doscientos días de constancia en el Duolingo. En realidad han pasado unos días, pero que nadie se agobie que estas cosas no se me pasan. Los tres mil trescientos días sucesivos usando Duolingo para practicar idiomas significan NUEVEaños y doce días, que hemos superado un nuevo año y entramos en el carrerón por conseguir una década, que yo hasta me quiero de creer y me creo que lo conseguiré y si no, pues mira, que me quiten lo bailao. Gracias a los viajes en tren estoy currándome el duolingo a destajo, estoy a un ritmo de siete mil puntos por semana, que es un pasote. En cuanto a los idiomas, la rutina es la habitual y no he añadido ninguno nuevo.
De mantener la racha, la próxima vez que cruzaré una marca reseñable será un día antes del día de los padres.
El gran finale de esta flipante inmersión en la que tenemos un montón, pero que un montón de tortugas y algún tiburón y en este vídeo vuelven a haber tortugas. Como con las anteriores, la música es de John Williams y el tema principal de la película Schindler’s List, la cual pusieron una vez en los cines y me pilló fuera del país, que eso sí que es un drama y una injusticia.
Después de salir de la cueva la corriente vuelve a empujarnos con ganas y nos tropezamos con un precioso banco de peces a rayas y a su lado, una tortuga que está comiendo y que podemos ver con mucho detalle y con calma, que me apalanqué y agarré a una piedra. Más tarde seguimos viendo peces lindísimos y bonitos corales mientras vamos a velocidad crucero y allá al frente, de cuando en cuando se ve a los rusos, que se lo perdían todo porque muchas veces iban a mucha profundidad. Una cosa buena de estas inmersiones es que te mueves poco y gastas poco aire, la corriente te lleva. Sobre el segundo minuto nos encontramos con otra tortuga que se iba hacia el azul y vemos de lejos y en el tercer minuto tenemos una tercera tortuga que va lentamente hacia el azul, decide dar un giro de ciento ochenta grados y después cambia de opinión y sigue su ruta. La tortuga está acompañada por algo que parece un pez trompeta gigantesco, pero no estoy seguro, aunque es igual de bonito verlos juntos. Luego regresamos a la variedad de peces de todos los colores y formas posibles y con ellos llegamos al final del vídeo. Atentos a como se esconden los peces en las rocas cuando yo pasaba cerca.
Esta peli inaugura oficialmente la racha de pelis con sobredosis dulce en las navidades, esas que se hacen para poner en los cines estos días y que se ocultan el resto del año. En el caso de esta, se hizo pensando en una plataforma digital y tal y tal y solo en un puñado escasísimo de países ha llegado a las salas y puede suceder y sucedió que los Países Bajos estaba en ese grupo de elegidos, así que aprovecho para comentar Genie, película que en España, de aparecer, será en los plataformones digitales y obviamente, el título sería truscoluña no es nación.
Un julay acarajotao acaba con una okupa antipática en su keli, sin chimpún.
Resulta que un pollardón que trabaja a destajo pasa un kilo de su hembra y su hija y estas se acaban marchando de la keli. En ese momento el chamo restriega algo, o se la restriega y aparece una genio o algo así que tiene dos mil años o quizás más, pero vamos, de la edad del Ancestral y que le dice que tiene infinitos deseos y el pollardón empieza a echar deseos pero intentando que su hija y que la otra vuelven con él o algo así.
Al parecer esto es un remake o una revisitación de otra peli para televisión, aunque ambas comparten guionista, con lo que igual es la misma que volvió a vender treinta años después. La cosa es simple. Negro es abandonado por negra e hija, negro se marcha del trabajo y con un genio en su keli, se dedica a trapichear y a fardar, pero vamos, que la hembra como que no se lo cree. El pavo se supone que tiene que aprender alguna lección pero a mí se me escapó. Tiene algunas escenas cómicas, pero eso es más bien porque Melissa McCarthy hace su papel habitual y que ya se tiene muy currado pero por lo demás, la peli flojea en comedia y flojea en drama y se ve desde dos galaxias más allá que esto es un telelefilm, que jamás pensaron en llevarlo a los cines.
Yo sugeriría tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta que se abstuvieran, pero que cada uno haga lo que le salga de los mondongos.
Al parecer la multinacional Disney cumple cien años y para celebrarlo se les ocurrió hacer una peli de animación en la que aparecieran tantos como fuera posible de sus personajes famosos, o reencarnaciones de los mismos, o personajes similares o algo así. Por supuesto, tiraron del musical y esperaban dar un pepinazo épico y legendario que recordara a todos que en el terreno de la animación, ellos son los putos amos. No parece haber funcionado mucho. La película se estrenó como Wish y en España se les fue el baifo al cielo y alguno se enraló que no veas y le pusieron el rimbombante título de Wish: El poder de los deseos, que básicamente viene a decir truscoluña no es nación.
Una julay a la que le pica el potorro se busca a un cabrito para que se lo lama, sin chimpún.
Tenemos que una pava que vive en un reino raro en el que el rey es un mago que te quita lo que más deseas de tu alma y lo guarda y después, de cuando en cuando, le concede ese deseo a alguien o algo así y la pava se entera que el joputa no le quiere dar el deseo a su abuelo porque es revolucionario, así que ella se lo pide a las estrellas y una le responde y después se monta un pitote entre ella y la estrella y el rey brujo ese y acaban todos a la gresca.
Un poquito de por favor, que pusieron a la protagonista en plan Blancanieves, solo que en lugar de siete enanitos tiene siete amiguitos y amiguitas, pero con las mismas características que los enanitos, solo que estos son mediocres y aburridos y hasta ella, en lugar de una princesa fastuosa, lanza unas vibraciones de tortillera camionera que no veas, que esta si tienes un scalextric te lo quita para jugar ella. Aunque metieron cienes y cienes de referencias a las pelis de la Disney, el problema es que la historia es mediocre, casi tanto como las canciones, que olvidas treinta y un segundos después de salir del cine porque no hay ninguna memorable, ninguna. Uno va a ver una historia, no a jugar al quién será ese en las otras películas, que es lo que pretenden aquí. Al final, tanta movida celebratoria y lo que hicieron fue crear una película sosa y que no destaca por nada y que será olvidada o quizás recordada como el pallufo del centenario. Si lo que querían era celebrar Disney a lo grande, eso ya está hecho en juego para ordenador, podían haber hecho un Kingdom Hearts fabuloso en peli y yo soy el primero que habría disfrutado como un bellaco.
Definitivamente, provocará fortísimas reacciones alérgicas a los miembros del Clan de los Orcos y esto es mediocre y un producto a evitar para los sub-intelectuales con GafaPasta.
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