Distorsiones – Página 169 – Nada es lo que parece

Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes – The Hunger games: The ballad of Songbirds and Snakes

9 de diciembre de 2023

Yo tengo clarísimo que fui, soy y seré super-hiper-mega fans de las pelis de los juegos del hambre y hasta de los libros, que yo me los leí todos, incluyendo la precuela en la que se basa esta película y el tráiler me gustó bastante, que recuerda muchísimo a las pelis de la trilogía solo que como más antigualla. Hasta elegí pantalla gigantesca, para poder disfrutarla y en sesión de esas a las que vamos los fans de verdad, a las diez de la mañana para ahorrarme a la miasma y la gentuza que se comportan como verduleros en los cines, que haberlos, haylos y esos se arrejuntan en las sesiones del fin de semana por la tarde y les sale de las entrañas el orco que llevan dentro. La nueva película se titula
The Hunger games: The ballad of Songbirds and Snakes y en España se ha estrenado como Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes, aunque yo soy de la opinión que truscoluña no es nación sería un título más contundente y apropiado.

Un julay las pasa putas y canutas por culpa de una rebenque poligonera.

Resulta que un pavo de una familia que fue poderosa y ahora están bien jodidos tiene como única posibilidad de medrar el ser mentor de una pava de provincias en los juegos del hambre, solo que la pava le acaba cayendo bien y él, que quiere que ese sea el impulso a su carrera de funcionario, hará lo que tiene que hacer para que ella gane o al menos, que llegue a la final. Con lo que no contaba es que también le entran unas ganas locas de empetársela hasta los pelos de los güevos. Más tarde, el pavo tendrá su oportunidad de pavonear alrededor de la chama, pero como que las cosas se complicarán y ella tira pa’l monte, como cabra que era y él tira pa’l otro lado, como cabrón que es.

Mi mayor problema con esta peli es que dura más de dos horas y media y en realidad podrían haber hecho dos películas porque hay dos historias completamente separadas. La parte de los juegos del hambre es una película entera de noventa minutos y después, la historia romanticona podría haber sido otra película de noventa minutos y al arrejuntarlo todo en una sola, se hizo demasiado larga y tuvieron que cortar pedazos significativos, sobre todo de la segunda, que se nota que tiene agujeros en el argumento que no estaban en el libro. Los nuevos actores hacen un buen trabajo, hay química entre ellos y tenemos la semilla del espíritu de las tres películas posteriores, solo que vemos Panam como una ciudad que acaba de terminar una guerra.

Está claro que los miembros del Clan de los Orcos que eran fans de la serie deberían también ver esta película. Dudo mucho que este tipo de cine despierte el interés de los sub-intelectuales con GafaPasta.
Rocco & Sjuul

9 de diciembre de 2023

Últimamente como que han descubierto un nuevo filón de espectadores entre los Ancestrales y cada vez se hacen más pelis con gente en los setenta o así, que tienen su público que además están todos jubilados y tienen mucho tiempo libre y ganas para ir al cine y ver esas películas y las productoras lo saben, además de ser pelis económicas porque los actores ya no están para pedir un pastizal y por dos paquetes de pastillas para limpiar la dentadura postiza y tres paquetes de pañales de viejo, esos ya hacen las pelis. La última que he visto se titula Rocco & Sjuul y tengo claro que estas cosas jamás se estrenan fuera del país, aunque si lo hicieran, el título en España sería truscoluña no es nación.

Una julay se re-encoña de un pavo que siglos atrás la ponía caliente como una mula en celo.

Resulta que una vieja con marido en residencia con demencia super-hiper-mega avanzada se encuentra en un hospital con un chamo con el que solía bailar cincuenta años atrás o algo así y como que retoman el contacto y comienzan a pasear y bailar y eso y el tipo como que le está buscando el ángulo para empetársela hasta los pelos de los güevos, pero la cosa está que ella sigue casada con el de la demencia y que él también está viviendo con su mujer, que él llama su ex, pero que está en la misma keli, así que la cosa es algo complicada. Cuando las hijas de la pava se enteran, se lo toman muy pero que muy mal.

Aunque la película entretiene y en algunos momentos divierte, de alguna manera el planteamiento está mal hecho. Tiene mucho más sentido que el marido de la pava ya haya muerto y que el otro esté divorciado, porque lo de que estos dos empiecen una relación amorosa con sus cónyuges de córpore insepulto es un poco fuerte y en la peli eso lastra mucho la historia. El chamo es además jalal y las hijas de ella, lo de que su madre chingue con otro que no sea su padre moribundo y que además el susodicho sea moro, como que añade demasiado drama y mal rollo a la película, momentos en los que la historia pierde mucho crédito. A pesar de eso entretiene y hay escenas muy interesantes y otras completamente absurdas.

Esto debería provocar una impresionante reacción alérgica a los miembros del Clan de los Orcos y está clarísimo que no se hizo pensando en los gustos de los sub-intelectuales con GafaPasta.
Kandooma Caves 2, noveno día

8 de diciembre de 2023

Llegamos al segundo vídeo de esta inmersión y en realidad son dos tomas. En la primera entramos en la cueva más grande y hay una infestación de tortugas y aquello parece un aeropuerto. Es espectacular. Para acompañar el vídeo he elegido la canción de John Williams The Attack On The Car de la banda sonora de la película War of the Worlds – La guerra de los mundos.

Comenzamos entrando en la cueva y vemos una tortuga que en ese momento decide despegar. a nosotros nos empuja la corriente. Cuando la sigo, otra tortuga viene volando hacia nosotros y gira. Es una secuencia fabulosa en la que la tortuga giró delante de mí. Después vemos tres más posadas en el fondo de la cueva. Creo que eran todas tortugas Carey. Antes de llegar al minuto y medio volvemos a ver a una de las que estaba nadando que pasa muy pero que muy cerca de mí. Después la escena cambia al azul y hay un tiburón de punta de aleta blanca en la zona, disfrutando de la corriente. Está allí, casi sin esfuerzo cuando la corriente a nosotros nos está arrastrando alejándonos del tiburón y no podemos hacer mucho para evitarlo.
El trastocado otoño

7 de diciembre de 2023

Entramos en el invierno y el otoño que dejamos atrás lo podemos definir como bien pasado por agua, pero en una cantidad brutal. Arrancó con una ristra de récords de días calurosos y después se abrieron los cielos y ya no paró de llover, solo que no fueron las tradicionales lloviznas neerlandesas, con días grises y en los que está todo mojado todo el día, pero la cantidad de agua era minúscula. No, lo que hemos tenido en estos tres meses han sido momentos puntuales con chaparrones brutales, cantidades que no pueden manejar la red de alcantarillado y sucedía que ibas al cine con un día soleado y al salir te encontrabas con la calle medio inundada porque hubo una tromba, o dos, o quizás tres, que hay un sitio cerca de mi casa en el que hemos tenido un charco en el carril bici durante más de mes y medio y la razón del charco es que la arena que está bajo las baldosas está tan saturada de agua que aquello no se puede ir y por ser una pequeña depresión del terreno, la lluvia se queda empozada allí. En la segunda ubicación de mi chamba en Bolduque, cuando voy desde la estación tengo que pasar por debajo de la entrada y salida a una autopista y al parecer, se les tupieron los bajantes y el agua se ha ido acumulando allí hasta llegar a los treinta centímetros o así, tanta que acabé por cambiar mi ruta porque el nivel del agua es tan alto que al pedalear, acabas metiendo el pie en ese estanque.

Al final, el otoño nos dejó con una temperatura media de casi trece grados, que es una aberración, un montón de horas de sol y al lado de mi keli, que es donde hacen las medidas, cuatrocientos cuarenta y cuatro milímetros de agua, en lugar de los habituales doscientos veinte, con lo que duplicamos la cantidad de agua y nos pusimos en una media de medio centímetro de agua diario, solo que en lugar de llovizna, como eran trombas, la lluvia ponía a prueba los bajantes que sacan el agua desde el tejado y en un punto determinado de este otoño, tuve que subir con una escalera gigantesca para destupir mi bajante porque me apareció una gigantesca cascada por delante de la casa y que hacía un estruendo terrible cuando el agua caía desde una altura de seis metros.

Con tanta agua, mi limonero y mis otros dos arbolitos de cítricos las han pasado putas y les tuve que quitar los sensores de humedad porque si hay algo que les sobraba era eso. Ya los he metido en mi keli y hasta que no se den unas circunstancias más normales no los volveré a poner en el jardín, que es su sitio favorito porque las abejas los cortejan y les tocan sus flores y acaban produciendo un montón de frutas minúsculas. En el jardín he plantado un eucalipto que vino de Galicia y hasta ese se pregunta por qué lo ha castigado el Dios de los cristianos con esta maldición acuática. En Utrecht y alrededores, los canales van al máximo de capacidad, llevan agua hasta el borde y supongo que estamos bombeando millones y millones de litros hacia el Atlántico, que sigo preguntándome por qué no se recoge toda esa agua y se hacen instalaciones como los gasoductos y se envía todo ese exceso para el sur, que es una lástima devolverla al mar.

El invierno tampoco parece que venga mejor, damos bandazos y unos días parece invierno de verdad, con temperaturas alrededor de zero y otros nos ponemos con temperaturas máximas de día de casi trece grados y nocturnas de ocho, que con esas temperaturas yo voy a correr en camiseta y pantalón corto. Una cosa sí que está clara, cuanto más alta es la temperatura, mayor es la probabilidad de lluvia y los días de trece grados son candidatos a trombas de agua, que vemos en los programas meteorológicos como manchas rojas que se ciernen sobre el país y cuando pasa una de esas por encima de tu keli, mejor que te pille dentro o acabarás enchumbado.