Distorsiones

La verdad que con el ritmo desquiciado que llevo de visitas al cine y la poca atención que presto a los trailers en muchas ocasiones, a veces llego a alguna película con la brújula bien torcida y apuntando al lado que no es. Así, el sábado por la tarde, cuando entraba el cine a ver la película de la que quiero hablar hoy estaba convencido que es una peli de terror y solo al mirar en el App del cine la sinopsis, me di cuenta que tenía entre manos un drama, con algo de thriller y que probablemente me obligaría dormir como un bellaco ya que ese no es el territorio en el que me muevo a gusto. Se trataba de Nightcrawler película que no tiene fecha de estreno en España y por suerte me equivoqué por completo.

Un julay rarito está todo el día enganchado de la programación de una cadena como Telajinco

Un tipo bastante raro y peculiar ve un día un accidente y descubre que los equipos de televisión que graban esas imágenes sacan dinero y decide que esa será su profesión. El colega tiene un comienzo complicado pero aprende rápido y tiene una especie de discapacidad para mostrar sentimientos que le viene de perlas. El colega subirá en el mundillo a codazos, patadas y lo que sea necesario y bordeará y cruzará la línea que separar lo ético de lo criminal.

Lo primero que pensé cuando comenzó la película y vi a Jake Gyllenhaal fue que o se ha convertido en un jacoso que no veas o ha descubierto que tiene parientes truscolanes y del disgusto tan grande se le ha quitado el apetito. El hombre está chupadito y el aspecto físico le da un aura siniestra que asusta. No ayuda que la personalidad de su personaje es terrible, un ser infame y seguramente similar a la de cualquier político truscolán en activo pidiendo la independencia de su nación ficticia. Al poco de ver la película ya tenía claro que este hombre es uno de los cinco candidatos al Oscar por las pelis de este año porque ha conseguido convertir a un tipo en un ser despreciable, vil y al mismo tiempo que da miedo. La forma en la que mira, la forma en la que habla, la manera despiadada de ver la realidad y de modelarla a su antojo, es un cúmulo de sensaciones que te van dando mal rollo durante toda la película pero que al mismo tiempo no te dejan apartar los ojos de la pantalla y quieres seguir viéndolo. El guión es una historia terrible que en algunos momentos resulta cachonda de la mierda que hay detrás de los programas basura en la televisión y sobre todo de las secciones de sucesos, las cuales se alimentan de la carroña producida por los seres humanos y obtenida por lo peor de lo peor de la especie. Merece la pena mencionar también a Rene Russo y la manera en la que el sociópata la vapulea por todos lados y consigue hacer que coma de su mano.

Una película inquietante, entretenida y que horroriza por lo que vemos que son capaces de hacer. Toda la escena que lleva al final es para dejarte asqueado y sin palabras. No es cine para los miembros del Clan de los Orcos pero no creo que haya un sub-intelectual de GafaPasta que deje pasar algo así. Esta es una de esas que hay que ver.

Hay películas que muy pocos reconocen que van a ver y que les han gustado por aquello de que los cataloguen como algo que no quieren ser. A mí particularmente me la trae floja y no tengo ningún problema en reconocer que echo de menos las pelis de violencia extrema como las que se hacían en los noventa, con machos hormonados que no preguntan sino que matan primero y en las que las hembras o no tienen papel alguno o se limita a despatarrarse para servir de caliz al sacrosanto jugo de la vida de los chamos que se la empetan hasta los güevos. Una de esas pelis, que hoy en día tan raramente llegan a nuestras pantallas es la que hoy quiero comentar. Se trata de John Wick y en España no tiene fecha de estreno aunque visto que llegará a prácticamente el resto de países del mundo, tarde o temprano se animarán.

Un julay con una mala hostia que no veas no deja joputa ruso con cabeza

Un chamo deprimido y amargado porque se le murió la pava que se jincaba tiene un pequeño incidente con unos rusos mafiosos que le roban el coche y le matan el perro que le regaló su hembra al morir. El chamo se rebota todo y resulta que previamente era el asesino más despiadado de la ciudad y cuando se pone a trabajar, se convierte en una de las diecisiete plagas y limpia el lugar de chusma y gentuza a conciencia.

Hay una prueba sencilla para saber si esta peli es para ti. Cuando estés en la ducha, mira hacia abajo y si tienes pipa del coño, olvídate porque tu cerebro multitarea no está preparado para un cine tan exquisito. Para los demás, los viciosos, simples y propensos a mear de pie porque tenemos extensión flexible, esto es como un regalo navideño. Por supuesto que uno se puede asustar cuando sabes que el protagonista es Keanu Reeves, actor famosísimo porque ha hecho su carrera sin haber conseguido mover un solo músculo de su cara, pero ese temor desaparece cuando después de un rato de drama y amargura aburrida llegamos a la primera escena de acción en la que el colega, poco menos que en pijama y en cholas, mata a doce chamos que se le metieron en su keli y cada muerte es aún más espectacular que la anterior. Yo conté catorce pero seguramente me equivoqué y hubo un par de ellos que no los finiquitó completamente y tuvo que regresar para acabar la tarea. Con esto, que ya para mi era un pasote, la película era buena pero es que más tarde tenemos una mega-hiper escena de acción que probablemente sea el mejor cine de acción y violencia que se ha rodado en esta década. En una discoteca, en una piscina de burbujas, en una nave abandonada, en un hotel, en la calle, la cosa salta de escenario en escenario con la violencia que no cesa mientras los machos flipan en seis dimensiones en el cine y las hembras que por error entraron, leen la vida y milagros de las zorras con las que tratan en su CaraCuloLibro. Esto es violencia, violencia y violencia de la mejor, que no de la buena. Un festival fabuloso que espero que tenga segunda y tercera parte. Con suerte Keanu Reeves se mantiene en un género que se le da muy bien.

Particularmente, yo expulsaría del Clan de los Orcos a cualquier miembro que no acuda a la llamada para ir todos en manada al cine y todos deberían tomarse un vasito de ron miel con limón antes de entrar para afinar la garganta y que se escuchen perfectamente en la sala los berridos y los gritos de ánimo a John Wick. Llamadme loco, pero creo que hasta los sub-intelectuales de GafaPasta pueden disfrutar de esto siempre que acudan al cine de incógnito y no se lo cuenten a nadie.