La visita guiada al interior de la Torre dell’Orologio acaba en la azotea junto a los Moros, las dos figuras de bronce que golpean la campana. La visita está organizada entre horas y no estás allí cuando se ensañan con la campana (o al menos no sucede en la época del año en la que yo estuve). El moro de la derecha es jovencito y el otro es madurito y ambos tienen sus vergúenzas de cobre al aire. Al parecer lo de la edad es para mostrar el paso del tiempo. Las figuras y la campana son los originales que se pusieron en el lugar a finales del siglo XV (equis-uve). La campana es prácticamente nueva, solo tiene quinientos dieciseis añitos y los dos moros tienen tres más. Al parecer inicialmente las figuras estaban recubiertas de oro pero igual pasó un político por allí y ya se sabe como esos apañan con todo lo que trincan.
Desde el lugar la vista es increíble, con las figuras, el Campanile de la Basílica, las cúpulas de esta última y allá al frente, la Isola di San Giorgio Maggiore. La distorsión que hace que parezca que el Campanile está ladeado la produce probablemente el objetivo gran angular, ya que la imagen tiene una distancia focal de 11 mm. El blanco en el cielo del lado de la derecha es porque el sol estaba de ese lado. Aún así, una de mis fotos favoritas de todas las que hice.