Hoy tenemos el patio de los Arrayanes visto desde el lado opuesto y con el torreón de Comares al fondo y también reflejado en la alberca. En dicho torreón estaban las estancias más espectaculares del palacio y allí se recibia a los que pedían audiencia al rey. Volveremos a ver este sitio en una foto nocturna.
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En tus manos está …
Nadie se puede hacer una idea de la cruz tan grande que lleva uno encima cuando es el aclamado autor de la mejor bitácora sin premios en castellano, ese lugar conocido como Distorsiones y en el que Nada es lo que parece. De todos los seres sub-humanos del universo conocido e incluso del desconocido, ha recaído en mí la tarea, soy el Elegido, the Chosen One como me dice Hermione cuando nos tomamos juntos el té de las cinco menos diez. Yo he aceptado con gusto y hasta con disgusto la tarea y desde enero del año 2004 hasta hoy en día (según los archivos) he mantenido una presencia constante en la red, he añadido contenido a este pequeño rincón incansablemente y he compartido mis neuras, los relatos y las fotos de mis viajes, las mejoras de mi casa, mis cutre-críticas de cine y las recetas de la comida que suelo preparar y preparo con todos los seguidores de esta pequeña comunidad. Además, he recorrido Europa, Asia y América y siempre que he pasado cerca de alguno de los lectores, no he dudado ni un solo instante en quedar con ellos y conocerlos.
Imagino que ya sabéis por donde voy así que me ahorro tres párrafos enormes. En el año 2007, buscando la forma de recibir algo de ese amor (desde un punto de vista pesetero, se entiende y sobreentiende) que todos me profesan, permití que aquellos que creen que este lugar lo merece, donaran dinero para colaborar a pagar el coste del hospedaje en Dreamhost, el sitio en el que está alojado. La operación fue un éxito y un selecto grupo de acólitos lograron que pudiésemos cerrar la campaña con un Misión cumplida. El compromiso funcionó a dos bandas y además de aportar un dinerillo, subyugaron mi voluntad y me forzaron a recompensarles escribiendo con prisa y sin pausa durante los dos años siguientes. En el año 2009, exáctamente un día como hoy de hace dos años, comenzó la campaña Salvemos Distorsiones y dos semanas más tarde hacía saber al mundo y al universo en la anotación La ley de la atracción que la lista de patrocinadores se había ampliado e incluso me habían logrado sorprender a mí.
Hace dos años, Rodolfo, Waiting, Virtuditas, Inés, Uno+cero, Ale, Jc, Evelyner, Psikke, Cheo, Landahlauts, Emo, Dani y Marco se unieron en una causa seguramente perdida de antemano y pusieron el dinero necesario para que Distorsiones siguiera adelante durante dos años más. Además de mi gratitud se ganaron un puesto en la lista de los V.I.P. que podéis ver en cualquier página de las casi cinco mil que forman esta bitácora. El tiempo pasa y no perdona y ha llegado la hora de una tercera ronda para que aquellos que así lo quieran e incluso lo deseen pasen a formar parte de la familia de Distorsiones y escriban con letras que no son de oro pero que sí que se sienten como si lo fueran su nombre en estas páginas.
Al igual que en las dos ocasiones anteriores las donaciones van directamente a la compañía que hospeda la bitácora y yo no veo ni un duro, mal que me pese a mí. Al igual que en el 2007 y en el 2009, al parecer ellos usan Paypal para procesar las donaciones aunque no es necesario tener una cuenta en ese servicio para donar. He fijado tres cantidades en la moneda universal europea, el Leuro. Hay nivel de Platino, Diamante y de Kriptonita, aunque lo que cuenta es la voluntad y no la cantidad (je je je, tampoco me hagáis mucho caso). Comentar que la página a la que se llega al pulsar el botón se ve cutrísima y que hay que ir hasta el final de la misma para ver los tres botones con las cantidades sugeridas.
Entonces y también ahora, están exentos de participar en este llamamiento de forma general mis enemigos y particularmente el Marico Hechicero de Ginebra, al cual quiero recordarle que lo desprecio tanto o más que ayer pero mucho menos que mañana. El periodo para aceptar donaciones es de dos semanas que como es de esperar comienzan hoy y acabará el 15 de septiembre. Después de ese día, aquellos que hayan optado por derrochar un poco del dinero que tanto les cuesta ganar invirtiéndolo aquí verán como su nombre aparece en la sección V.I.P., la cual renovaré en base a las donaciones.
¿Qué sucederá si nadie aporta dinero? ¿se acabará lo que se daba? ¿Llegará la fatídica palabra FIN a estas tierras? Tranquilos, mi ego no cabe ni en un Airbus A380 y ya me encargaré yo de poner el dinero. Como soy rencoroso, lo tendré muy en cuenta y culparé de todos los males al cuasi-expresidente ZaPatazos, el mismo que asoló España y fundó la Alianza de las inCivilizaciones.
Para que ninguno pueda alegar que no la ha visto, esta anotación flotará en la parte superior de la página principal de Distorsiones durante las próximas dos semanas.
Actualización: Se acabó lo que se daba y se da por concluido el periodo de donaciones. El lunes se anunciará solemnemente el resultado de la misma.
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Pabellón sur en el patio de los Arrayanes
Y finalmente entramos en la parte de la Alhambra para la que es necesaria «cita previa» y nada más acceder al interior llegamos al Patio de Comares o de los Arrayanes y ya sabéis que en la arquitectura musulmana se le da mucha importancia a los patios. Algo que descubrí leyendo la información sobre el lugar es que el nombre del patio es por las plantas que lo bordean. La alberca refleja la luz y crea un efecto de espejo que aunque se puede ver en esta foto, la apreciaréis mejor en la que veremos mañana. Como el sol siempre está del lado equivocado aquí andaba por la parte superior derecha de la imagen y me forzó a buscar un punto de enfoque intermedio para poder apreciar el azul del cielo. Al fondo y a través del arco se accede al lugar en el que tienen los leones hasta que acabe la restauración y los devuelvan a su sitio. Por desgracia, parece que las fotos los desgastan enormemente y se les cae la piedra o algo parecido y no permitían hacer fotos. Supongo que cuando los vuelvan a poner fuera los encerrarán en urnas para asegurarse que la lluvia, la nieve, el viento y el granizo no los dañen, ya que hasta donde yo sé, esos elementos son más dañinos que un flash de cámara.
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Chocho de hombre
Un pasito nada más.
Un pasito nada más.
Otro pasito.
Y otro.Acababa de cruzar el Puente Azul, en Amsterdam, pasito a pasito. Aún le faltaban por lo menos ciento cincuenta metros para llegar a Rembrandtplein, la plaza llena de bares en la que podría poner fin a su agonía. No sabía si llegaría. Ahora mismo le parecía un lugar muy lejano. Dio otro pasito. Llegar hasta allí había sido una aventura. Algo le sentó mal y se estaba cagando. Literalmente. Su barriga sonaba como si tuviera en marcha el programa de centrifugado y en el metro, sudaba fríamente mientras trataba de recuperar el control de su cuerpo. Salió de la estación lentamente, pasito a pasito, parandose para evitar cagarse allí mismo. y ahí estaba. Dando un pasito cada vez y sin saber si podría llegar hasta los bares.
A medio camino pasó frente a la puerta de un local de ambiente, el Chico Loco, con su bandera del arcoiris y sus cristales tintados. Lo pensó durante unos instantes, o entrar allí y cagar o intentar llegar hasta los bares de la plaza. No creía tener tanto aguante. Enfiló hacia la puerta, pasito a pasito. La abrió y le llegó el sonido de una canción de los Village People. Vaya tópico. Cuando terminó de entrar, los tíos que habían en el local se quedaron en silencio mirándolo. El tenia la frente perlada por un sudor frío y sus ojos escanearon el local buscando los baños. Los encontró al fondo, en la parte más obscura y siniestra del local. Siguió dando pasitos, avanzando lentamente, con la cabeza bien alta.
Cuando por fin llegó al baño, pensó que se cagaría allí mismo, justo delante de la meta. Algo en su barriga giraba locamente, como un alíen a punto de salir. Se acercó a uno de los dos retretes, el primero, ya que ambos estaban vacíos. Afuera sonaba un tema conocido, I Will Survive y su ritmo pegadizo le golpeaba en sus oídos. Entró al retrete y en el mismo movimiento sin gracia ni estilo cerró la puerta mientras se desabrochaba el cinto y comenzaba a buscar los botones de su Levi’s 501 para soltarlos. Sudaba aún más, con todo su cuerpo en tensión porque sabia lo que estaba a punto de suceder. Pensó en cubrir la tapa del retrete con papel pero sabia que no tenia tiempo para eso ni para nada más. Cerró los ojos, sintió como una corriente muy intensa recorría su cuerpo y se relajó. De un golpe seco comenzó a llover mierda. Primero con más consistencia, después más ligera y finalmente casi agua con mucho aire. En esas estaba cuando se abrió la puerta del baño y del terror y la vergüenza se trincó y dejó de jiñar. Alguien entró y se acercó despacio hacia los retretes. Sonaba a botas. Se paró delante de la puerta del retrete de al lado, la abrió y entró. ?l contenía la respiración. Oyó como alguien se desabrochaba un cinturón y se bajaba los pantalones. Entonces lo vio. Había un agujero enorme que comunicaba ambos retretes y según lo descubrió, una sombra lo cubrió y al momento, una polla apareció por el agujero y entró en su retrete. Estaba aterrorizado y tenia que seguir cagando, otra tanda venia en camino y no la podría parar.
Una voz sonó desde el otro retrete ? Métete mi rabo en tu Chocho de hombre ? y comenzó a meterla y sacarla del agujero. A continuación sucedieron un montón de cosas. Se le destapó la caja de la mierda y comenzó de nuevo a cagar con gran estruendo, a la vez, golpeó con el móvil aquella cosa, con un golpe seco y rotundo en el que puso toda la fuerza que le quedaba, a esto le siguió un grito y momentos más tarde el ruido de un cuerpo al desplomarse en un espacio reducido. Respiró aliviado porque había echado todo lo que llevaba dentro. Fue a coger papel higiénico y descubrió que no lo había. Tampoco llevaba pañuelos y quería salir de allí lo antes posible. Se sacó los pantalones y los calzoncillos Calvyn Clein falsos que compró en un mercado callejero en Hong Kong y decidió sacrificar estos últimos y usarlos para limpiarse el trasero. Mientras lo hacia, en el retrete de al lado sonaban gemidos de dolor y el que había tratado de follarselo se quejaba. Se puso los pantalones, dejo los calzoncillos pringados de mierda en el suelo y se levantó bajando la cisterna. Abrió la puerta y salió del retrete. Los gemidos estaban creciendo en intensidad. Afuera seguía sonando I Will Survive. Pasó de lavarse las manos, tenia que salir de allí lo antes posible. Avanzó por el local con paso resuelto, sin mirar a nadie, la vista fija en la puerta. La abrió, salió y cuando estuvo seguro de que nadie lo podía ver, se echó a correr hacia Rembrandtplein. Entró en el primer bar y fue directo al baño, a lavarse las manos y limpiar su móvil. Aún seguía temblando ??