Distorsiones

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  • Diário de Berlín. Primer paseo por la ciudad

    13 de noviembre de 2006

    Si esta es tu primera parada en este viaje hacia el futuro que nos lleva por caminos misteriosos es mi sacrificado deber el advertirte que esta historia comenzó con el Diario de Berlín, el prólogo y continuó con Diario de Berlín – Llegando a la ciudad. Quizás deberías dar un doble salto hacia atrás en la línea del tiempo y atacar la historia desde el comienzo.

    Al llegar a Berlín por tren sales en la que posiblemente sea la estación más espectacular de Europa. Recién acabada para el mundial de fútbol, es la muestra más reciente del poderío alemán. Su diseño es apabullante, con sus múltiples niveles en los que llegan y salen trenes y metros, todo acompañado de un centro comercial enorme. Al ir andando por el andén escucho por megafonía un anuncio en el que se daba la bienvenida a los pasajeros que acababan llegar en el tren procedente de Ámsterdam. Eso es tronío y clase y lo demás es bobería.

    Cogimos un taxi para ir al hotel. Mi amiga la Peruana (a la que aprovecho para felicitar porque aparece en la última campaña de C&A) ya me había avisado que los taxis son muy baratos y no merece la pena usar el transporte público y tenía razón. El taxista pilotaba un mercedes de película y en menos que cantan una folía estábamos a las puertas de nuestro hotel, el Hotel Meineke Berlin. Llenamos la ficha y nos fuimos a las habitaciones, un poco bastas pero al menos amplias y con una buena calefacción. Sin perder mucho tiempo salimos a la calle a recorrer la zona y de paso buscar un lugar para cenar. El hotel estaba en Charlottenburg, muy cerca de la estación de tren Bahnhof Zoo. Esta parte pertenecía a los aliados y era (y es) la parte comercial de la ciudad. Está junto al zoológico y la calle Kurfürstendamm, la zona de tiendas por excelencia. En nuestra misma calle estaba el Hard Rock Café de Berlín, uno de los tres únicos establecimientos de esta cadena que hay en Alemania. Como esta área no fue comunista no tiene el aspecto paupérrimo de otras zonas de la ciudad. De hecho se ve de puro lujo y lo de las vidrieras en la avenida llenas de artículos de lujo de las tiendas impresiona y aún más de noche porque no las vacían y yo pensaba en lo que tardarían en España en hacerles un alunizaje y limpiarles los escaparates de chaquetas de piel de tres mil euros, de zapatos de ochocientos y esas cosillas tan económicas.

    En Charlottenburg se encuentra el Zoo de la ciudad, un lugar de visita obligada si se va con niños y hay que entretenerlos. También está la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche o la Iglesia del conocimiento del Káiser Guillermo, un templo que fue medio destruido durante la Segunda Guerra Mundial y que han dejado como recuerdo de dicha guerra. Y por supuesto, hay tiendas. Edificios y más edificios enormes con grandes departamentos comerciales entre los que destaca el KaDeWe, una especie de Corte Inglés pero de lujo, con un traje de putilla come-nabos en la puerta que puede ser tuyo por sólo catorce mil euros. Si piensas viajar a Berlín yo te recomiendo que busques hotel en esta zona o en Mitte. Olvídate de Spandau porque está en el más allá y tendrás que usar bastante transporte público para llegar al centro.

    En la plaza de la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche hay un montón de puestos de comida callejera y también una especie de mercadillo. No sé si están allí todo el año o dio la casualidad que coincidieron con mi visita. Lo cierto es que hay mucha comida típica alemana a precios de risa, cervezas de esas enormes y todo tipo de vendedores ambulantes. Algo que hay que tener en cuenta es que en Alemania se paga fianza por todo recipiente de líquidos que se compre y al devolver el envase nos dan la fianza. Para aquellos con una baja capacidad de entendimiento aclaro: las latas, las botellas de plástico, las de cristal, por TODAS hay que pagar fianza. En los puestos callejeros te cobran hasta por los vasos y te devuelven la pasta cuando entregas el vaso. Espero que esto se extienda pronto al resto de Europa porque no se puede comparar una ciudad limpia y sin basura en las calles con los chiqueros que abundan tanto en nuestro continente.

    Este primer día lo pasamos paseando por allí y mirándolo todo con la boca abierta como buenos provincianos. Tengo unas fotos fantásticas de mis padres que nunca verán la luz en esta bitácora pero que no tienen desperdicio. Con la edad les ha dado por posar como el Dúo Dinámico, cada uno con la vista fija en algún punto perdido en el horizonte y en direcciones diferentes. Parece que he hecho un reportaje fotográfico de dos leyendas del folclore hispano. A la hora de comer decidimos hacer caso a la guía Lonely Planet y primero visitamos un lugar llamado Schwarzes Café para tomarnos un cafelito pero salimos a escape porque aquello era peor que las chimeneas del infierno, un antro lleno de gentuza fumando a destajo y donde no se podía respirar. Seguiré rezando para que las leyes europeas conviertan el fumar en un crimen castigado con cárcel.

    Para cenar elegimos el Drei en Savigny-platz, una plaza a la que acudimos cada noche a cenar porque la selección de restaurantes es fantásticas y está un poco alejado de la calle de los turistas y cualquiera que haya viajado sabe que los mejores sitios están siempre fuera del área destinado a desperrar a los viajeros. Comimos muy bien y salimos de allí con el corazón contento, el corazón contento y …

    Dimos un último paseo por la zona para ver la excelente iluminación nocturna y después nos volvimos al hotel.

    Ha llegado la hora de dar un salto en el tiempo para encontrarte el siguiente capítulo de este diario, llamado Diario de Berlín – Gira turística por los grandes monumentos.

  • La semana pasada en Distorsiones

    13 de noviembre de 2006

    Me pregunto cuando se detendrá la montaña rusa y podré bajarme de ella. Sigo disparado a toda velocidad, a veces subiendo, a veces bajando y las aventuras se apilan en mi pequeño portátil blanco sin que pueda hacer nada por escribirlas. Esta semana ha estado marcada por el concierto del mejor grupo del mundo, una banda a la que no le hace sombra nadie. Me refiero, como no, a KEANE. Todo sucedió el martes, cuando avisé que Esa noche KEANE en directo y por supuesto un par de días más tarde llegó el Concierto de Keane en el Rotterdam Ahoy con el relato de lo que allí aconteció. Para el fin de semana organicé el Festival de Cine Chimpúnico Amsterdámico y el Big Apple Tour 2006 una mega sesión de cine con seis películas con la que he tratado de ponerme al día. También ya he avisado y vuelvo a repetirlo que estaré en Washington DC y en Nueva York los primeros días de Diciembre y espero ver a todos los lectores de aquella parte del mundo. Espero terminar antes de esas fechas el relato del viaje a Berlín. Esta semana tuvimos Diario de Berlín, el prólogo y Diario de Berlín – Llegando a la ciudad.

    Fuera de estos asuntos, he hablado de la película Babel en la sección de Cine y del libro Life Expectancy en la de Literatura.

    Las Fotos de la semana han seguido dedicadas a las setas. Hemos tenido Muscaria escondida, Hélices de setas, Junto al árbol talado, Belleza en amarillo limón, Embudo de seta y Hermanas en otoño. Esta semana acabaremos con la serie y comenzaremos un nuevo álbum.

    Y ya está. Casi sin darnos cuenta alcanzamos el cierre habitual de este resumen. Hay dos lugares en los que se pueden encontrar los regalos que espero recibir algún día y son estos:
    – Wishlist en Amazon UK
    – Wishlist en Amazon USA

  • Babel

    12 de noviembre de 2006

    Tras el que posiblemente sea el periodo más largo de los últimos quince años sin ir al cine sabía que debía elegir una película especial para mi reencuentro con el formato artístico que considero mi favorito. Han sido casi tres meses sin pisar una sala, sin escuchar cerrarse la puerta y apagarse las luces y ya era hora. Este reencuentro lo ha hecho posible Babel, una de esas películas que de cuando en cuando salen de Hollywood sin saberse muy bien ni como.

    La trama es la de siempre. Un julay de barriada fizna se lleva a la puta a la que se coge de vacaciones al moro y los terroristas marroquíes le pegan un tiro haciéndole pupita a la pobre y obligándola a pasarse una tarde tirada en el suelo sin asistencia médica. Mientras tanto sus hijos se van de putas a una boda mejicana y acabarán más pasados que el coño de la Veneno y graduados en el arte de la vida o como matar gallinas retorciéndoles el cuello. Una tercera trama sucede en Japón donde una putilla adolescente sorda y muda come rabos en las esquinas y enseña el coño a todo el que quiere verlo con la esperanza que uno se atreva a rellenárselo con su salchicha del amor. Las amigas de la puta japonesa mientras tanto pasan la vida entre juegos de bolera y pastillas para flipar.

    No sé, lo de las historias totalmente separadas que al final terminan confluyendo en un único punto es algo muy arriesgado y que no siempre termina gustándome. Todavía recuerdo como flipé con Crash y como me disgustó Syriana, un envoltorio vacío y aburrido para pasear la barriga del Clooney. Esta película está más cerca de la primera. Cada una de las tres historias que nos están contando es lo suficiente potente y entretenida como para no distraernos, la acción se desarrolla de una forma dramática ante nuestros ojos y nos hace partícipes de ella. Las distintas ubicaciones nos muestran mundos distintos con problemas similares, da igual lo avanzado o retrasado que estemos, el dinero que tengamos o lo exitosa que haya podido ser nuestra vida. Al problemática es siempre la misma y eso es lo que vemos aquí, todo unido por unos pequeños hilos que relacionan cada una de las historias. Personalmente me gustó más la de los niños yendo a Méjico para la boda y la aventura de su regreso. La cara de los chiquillos cuando matan las gallinas para el banquete no tiene precio, su asombro infinito porque lo que parecía un juego se convierte en un asesinato de animales adorables ya que los niños ricos no saben que el pollo que comen en casa viene de gallinas como estas. También resulta muy interesante la historia japonesa con las adolescentes sordas y como están muy relacionadas socialmente. Parece mentira que una gente que suponemos están fuera del río de la sociedad y que deberían tener mil y un problemas de integración, pues esa gente no tiene ningún problema y viven entre los «normales» haciendo aquello que les gusta y usando la misma tecnología que paseamos nosotros pero de otras formas.

    Finalmente son Brad Pitt y Cate Blanchett los pesos pesados que cuentan la historia del ataque terrorista en Marruecos y lo convierten en una historia de sufrimiento, amor y desamor salpicada por la crueldad de un mundo que quedó congelado hace cinco siglos y no sabe como entrar en el siglo XXI. Mi relación con Brad Pitt es bastante extraña porque no es de los actores que me gustan pero reconozco que cuando se pone y elige bien el guión hace cosas muy buenas. Siempre me ha molestado un poco su mandíbula, me pone nervioso porque parece como que tiene la cara hinchada y no parece natural. Diré que esta vez ha bordado el papel y lo hace creíble. Parece sufrir por los problemas de su esposa y es creíble, algo que no siempre consigue.

    En definitiva, que Alejandro González Iñárritu ha cuajado una película excelente y que no está pensada para todos esos descerebrados que llenan hoy en día las salas de cine con sus teléfonos móviles encendidos y esperando que les vomiten encima la papilla cinematográfica a la que se han acostumbrado. Es cine para disfrutar en una tarde fría con un grupo de buenos amigos y una vez acabada la película sentarse en un café con una espesa taza de capuchino en las manos y hablar sobre las emociones que ha despertado en nosotros.
    gallifantegallifantegallifantegallifante

    Technorati Tags: Babel, cine

  • Hermanas en otoño

    12 de noviembre de 2006
    Hermanas en otoño

    Hermanas en otoño, originally uploaded by sulaco_rm.

    Mi amigo El Moreno siempre ignora este tipo de setas cuando las vemos. Llevamos años yendo a hacer fotos juntos al bosque y él nunca ha mostrado el menor interés por nada que no sea una Amanita Muscaria o alguna extraña composición de setas. A mí también me gusta hacer esas fotos pero siempre me detengo cuando veo alguna que quizás no resultó muy agraciada en el reparto de la belleza pero que son bonitas. Hoy tenemos estas dos hermanas que han crecido juntas en un claro del bosque.

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