Distorsiones

No todas las comedias son conocidas por la mayoría, sobre todo ahora que a las teles de toda la vida en decadencia se les han unido una miriada de plataformas digitales por las que hay que pagar y que hacen imposible el seguir todo lo que se está creando para la televisión. Hoy tenemos una serie con dos temporadas publicadas y una tercera que está esperando a tiempos mejores post-pandémicos y que fue producida por la HBO. Se trata de Barry y en España se ha visto en alguna plataforma con el mismo nombre.

Un asesino recibe un nuevo encargo para el que tiene que ir a Los Ángeles. El pavo al que debe matar se apunta a un curso de actuación y él también lo hace y ahí cambia su vida, entre el estrés de hacer su trabajo, depresión y que resulta que lo de actuar y sacar cosas de pa’dentro le abre un melón con el que no contaba. Además se encoña y cuando como que quiere cambiar de vida y trabajar de actor, el pavo que le hace los encargos como que no está tan de acuerdo. La serie es de humor negro y tiene momentos fabulosos, en los que los espectadores somos, junto con el protagonista, los únicos que sabemos lo que realmente está sucediendo en la escena ya que todos los aspirantes a actor no tienen ni puta idea de nada. Esta serie, de ocho episodios por temporada, te deja un buenísimo sabor de boca. El protagonista es Bill Hader, del que ni tenía idea que existía en la galaxia hasta que lo vi en el primer episodio y ahora es uno de mis actores cómicos favoritos. El balance entre la vida secreta como asesino y la vida pública como actor que aspira a hacer una carrera está perfectamente logrado y en cierta forma, recuerda a las películas de espías solo que en esas, normalmente esa vida oculta termina por manifestarse de otra manera.

Por el tipo de humor, esta es una serie cómica que tira más hacia los sub-intelectuales con GafaPasta. Los Orcos son muy básicos y ni de coña podrán apreciar algo así.

Hoy tenemos una telelecomedia que tiene una historia curiosa. Sus primeras ocho temporadas fueron desde 1998 hasta el 2006 y después regresó del cementerio de las series en el 2017 y tuvimos tres temporadas más. Puedo confirmar y confirmo que he visto las once temporadas y que si vuelven a regresar, yo la vuelvo a ver. Se trata de Will & Grace y al parecer en España nunca la pusieron en la tele en su día y cuando apareció, fue directamente en DéuVeDé. Supongo que ahora con tanto servicio de esos chungos estará disponible en uno o en varios de ellos.

Esta es la historia de un marikita que comparte piso con una pava diseñadora hetera (que ahora hay que indicarlo todo) en Nueva York. Su mejor amigo es un marikón-kón-kón, pero con muchísimo kón y la de ella es una pava multimillonaria. A partir de aquí, pasaremos mucho tiempo con ellos y con otros secundarios en un mundo de locos en el que suceden las cosas más irreales. Esta es seguramente la serie más apoyada por Hollywood y por el mundillo de la música gringo y por ella es que ha pasado casi todo el mundo, con algunos como Leslie Jordan que estuvo en un montón de episodios y era salir en pantalla y en menos de quince segundos ya te estabas meando de risas a momentazos con invitados tan especiales como Macaulay Culkin, Joan Collins o Cher. Esta serie es comedia en estado purísimo y seguramente fue la primera que trataba la vida de dos pavos salidos del armario como si nada. Curiosamente, el que solo llega a marikita en realidad no lo es y está casado y tiene hasta descendencia, con lo que hoy en día, en el año del señor del 2021, si intentaran hacerla de nuevo y eligieran a un actor hetero para interpretar a un homosexual, le tirarían piedras y de todo, que ahora con la cultura de la cancelación, al parecer uno solo puede ser actor pero de rango muy restringido, que hasta para rehacer una película como Forrest Gump ya no podrían usar a un actor normal, tendrían que tirar de los que tienen el carnet de truscolán o podemita porque solo la podrían hacer con retrasados o eso que antes llamábamos subnormales. Si nunca te has sentado a ver un episodio de Will & Grace, no sabes lo que te estás perdiendo. Esto debería gustar por igual a miembros del Clan de los Orcos y sub-intelectuales con GafaPasta. Es un clásico.

Vamos a cambiar de género y de la ciencia ficción saltamos a la comedia y hoy tenemos seguramente mi telecomedia favorita de todos los tiempos pasados y presentes y una que, si pagara para tener los canales de televisión, la vería cuando la estén dando, que recuerdo que en algún momento de un pasado muy lejano en el que yo vivía en Hilversum, ponían los episodios en los Países Bajos por la tarde y yo sincronizaba mi vida para no perderme ninguno. Se trata, como no, de Friends, que yo creo que si en España la hubieran titulado truscoluña no es nación, habría sido mucho más popular pero al final le dejaron el título en inglés.

Si nunca has visto un episodio, debes ser un extraterrestre. Básicamente, esta serie, a lo largo de diez temporadas fantásticas, sigue las vidas de seis amigos que viven en Manhattan y que más que laburar, se pasan todo el puto día en alguno de los apartamentos o en un café llamado Central Perk en el que hay un camarero friki y en el que al final, una de las pavas cantaba unas canciones horrendas y estremecedoras con las que te partías de risa. La serie funcionó por la química entre los seis, es tan real que resulta difícil saber a ciencia cierta si están actuando o si simplemente ponen las cámaras y los graban mientras están juntos. En diez temporadas hubo tiempo para mucho y para infinidad de actores secundarios que también resultaban fantásticos.

Esta es la mejor representación televisiva de la gente soltera y de sus movidillas, sus miedos, sus pasiones y casi todo lo demás. Al ser una comedia familiar, lo único que faltó fue las chingadas, que no se pueden poner en la tele. Algunos episodios, como las celebraciones de Acción de Gracias eran épicos. De entre los actores secundarios que más aparecían, mis favoritos fueron el mono de Ross y Tom Selleck, que se enrollaba con Monica. La serie acabó en el año 2004 y todavía se recuerda como si fuera anteayer. El último episodio fue un evento universal que vieron en toda la galaxia. Cuando hacían flashbacks a la vida pasada de los protagonistas en el instituto, esos episodios eran para tirarte al suelo de risa y revolcarte en tus propios meados. Esta es una serie a la que el paso del tiempo no le afecta y si tienes ganas de echarte unas risas, cualquier episodio vale.

Esto es arte y cultura del siglo en el que estamos y del anterior y engancha por igual tanto a los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta.