Mi basura se va al cielo


No seas truscolán y empieza a leer esto por donde se debe, que no es otro lugar que La buhardilla

Llegamos a un momento transcendental porque está todo preparado para poner la buhardilla, pero el cuarto está petado de escombros, como ya vimos claritísimamente casi todos, que nos queda siempre la duda si Montse pudo ver el vídeo en Mi keli, mis escombros y mi agujero dadas sus tremendas limitaciones. Antes de poner la buhardilla, se tienen que llevar la basura y así, la segunda grúa que trajeron, que el Elegido es tan grande que con una grúa no fue posible, lanzó su brazo al cielo, se metió en la nueva y efímera terraza de mi keli y trincó dos de las bolsas petadas de escombros.

El pavo de la izquierda con el peinado de la princesa Leia en versión moños amarillos es el que controla el cotarro. Esas bolsas aguantan lo que no está escrito, que hay dentro hay un montón de tejas y puedo confirmar y confirmo que son pesadísimas, que tuve que bajar las diez que me dejaron y lo hice en dos viajes con seis y cuatro y estuve dos días para enderezarme, que a mí me diseñaron para correr como un galgo, no para cargar como una mula. Imagínate que cuando están del lado de la calle se les rompe una bolsa y tú estás pasando por debajo con tu bici. Acabarías estropeadísimo, que esto te aplasta como un mosquito y no sobrevives ni de coña y es hasta probable que te tengan que enterrar con las baldosas de la calle porque no te podrían ni separar de las mismas. No lo vamos a ver en foto pero decir que cuando regresó la grúa de este lado, vino con material que iban a necesitar y que transportan así para evitarse cargar con todo eso por las escaleras, que las escaleras holandesas las diseña algún diablo truscolán o podemita y son tan empinadas y malajes que si te emborrachas, lo mejor es subir a cuatro patas y bajar con el culo siempre en un escalón, que ya conozco a más de uno, dos y tres neerlandeses que se han caído por las escaleras y se han escoñado muy malamente.

La segunda tanda de escombros incluía la ventana que quitaron de mi keli y otro montón de tejas y escombros y yo es que sigo flipando que los otros dos chamos se quedan debajo de las bolsas mientras las izan como si la cosa no fuera con ellos. Está clarísimo como la diarrea que yo no voy a solicitar trabajo de instalador en una de estas empresas, estaría todos los días al borde de dieciséis ataques de nervios. Además del detalle de la regadera verde especial para Virtuditas y de las botellas de cerveza vacías que algún día llevaré a la tienda para que me devuelvan mis diez céntimos por envase, tenemos a la izquierda los dos manzanos que como no se pongan las pilas y produzcan una buena cosecha este año, creo que en octubre sufrirán una muerte traumática, que mi jardín no está para que ellos se peguen la gran vida sin dar un puto palo al agua y que yo como parao que soy, necesito fruta gratis pa’comer.

Si nos dejaran añadir música gratuitamente, aquí tendríamos la fanfarria de la película 2001 cuando los monos descubren el pedrolo, que estamos en tensión porque por fin llega el momento tan esperado y allá a lo lejos aparece la buhardilla, que se alza hacia el cielo antes de descender a la posición en la que tendrá una larga y fructífera vida. Algunos detalles técnicos. En la parte superior o eso que llamamos el techo y en los laterales hay DIECINUEVE centímetros de material aislante y las ventanas son de la máxima calidad y de protección HR++. Este tipo de vídrio tiene una capa metálica que forma parte del aislamiento al bloquear cierto tipo de rayos dañinos y dicen que también ciega a truscolanes y podemitas cuando miran hacia el interior. El índice de aislamiento de toda la estructura es espectacular y de lo más grandito que hay. En fotos que veremos otro día también se verá el tamaño grandioso de las ventanas, de las que ya se puede ver que las dos laterales se abren y las dos centrales están fijas. Por limitaciones de fabricación, el tamaño de las laterales no puede ser mayor que el que se ve en la imagen.

Continúa a El advenimiento de la buhardilla para seguir esta fastuosa y fabulosa línea argumental

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3 respuestas a “Mi basura se va al cielo”

  1. A saber cuantas bolsas como esas y peores les pasan por encima al cabo de un mes….
    Gracias por la regadera verde, un detallazo.

  2. Normalmente esa regadera está tirada detrás del contenedor de la izquierda esperando que la use, pero sabía que algunos aprecian los pequeños detalles.

  3. Menos mal que eres buena gente y no quisiste hacerles la putada de meter unos cuantos jiñotes de los tuyos en la bolsa, de fijo que hubiera reventado la bolsa!!! 🙂
    Salud