Yo quiero disculparme y me disculpo y entiendo que todos apagan sus ordenadores cuando ven los vídeos estos de aviones a los que les tienen tanta tirria, que hace un mes teníamos el aterrizaje en Gran Canaria y en ese tiempo, aquel fatídico vídeo ha acumulado veintidós, repito en números romanos, XXII, reproducciones, con lo que básicamente, no lo ha visto nadie y sin embargo algunos de los vídeos de buceo que he ido poniendo ya han pasado las dos mil reproducciones, así que haciendo números, está clarísimo como la luz que no sale de un agujero negro que lo que mola mazo es el buceo, pero bueno, el Ancestral si no le pongo estos me hace el vacío como su intimísima que ya ni se molesta en entrar a leer. La música del vídeo es la canción Wild Life de OneRepublic.
Esto es muy directo, comenzamos en dirección sur por la pista de despegue, pasando aviones y viendo el mar y la bahía de Gando y vamos a toda prisa porque esta parte es un masque de qué no veas y vemos pasar corriendo para despegar un avión que creo que era de Air Europa, la compañía esa que no se sabe muy bien si se vende o quién la compra. Llegamos a la cabecera de pista y la chófer suelta el embrague y pisa el acelerador y salimos por patas y al llegar a los dos minutos la velocidad de reproducción se reduce para observar desde el aire el poblacho de Tufia que todos conocemos. Después vemos la zona costera entre el aeropuerto y la capital de la isla y de la provincia y hasta la antigua keli de mi madre o la keli de Luis y finalmente, tenemos la ciudad de las Palmas de Gran Canaria y hasta le hago un zoom que no veas, que tampoco te creas que se ve mucho mejor porque las cámaras de los teléfonos son una cagada, pero se ve el puerto, la Isleta y todo lo demás. Después ya el chófer enfila para el norte. Justo ahí hay un cambio de imagen mágico y facineroso y lo que vemos a continuación es la punta de abajo de la península Ibérica, la zona de la barbilla, que es por donde entramos en Europa en ese viaje y tenemos unos segundos de esa parte de Portugal y quizás hasta de España, que no se ve la raya de la frontera en el suelo.